La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2025-10-05 lo siguiente:
Lectura del libro del Deuteronomio 8, 7-18
Habló Moisés al pueblo, diciendo: -«Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y veneros que manan en el monte y la llanura, tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados, tierra de olivares y de miel, tierra en que no comerás tasado el pan, en que no carecerás de nada, tierra que lleva hierro en sus rocas, y de cuyos montes sacarás cobre, entonces comerás hasta hartarte, y bendecirás al Señor, tu Dios, por la tierra buena que te ha dado. Pero cuidado, no te olvides del Señor, tu Dios, siendo infiel a los preceptos, mandatos y decretos que yo te mando hoy. No sea que, cuando comas hasta hartarte, cuando te edifiques casas hermosas y las habites, cuando crien tus reses y ovejas, aumenten tu plata y tu oro, y abundes de todo, te vuelvas engreído y te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto, de la esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con dragones y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres, para afligirte y probarte, y para hacerte el bien al final. Y no digas: “Por mi fuerza y el poder de mi brazo me he creado estas riquezas.” Acuérdate del Señor, tu Dios: que es él quien te da la fuerza para crearte estas riquezas, y así mantiene la promesa que hizo a tus padres, como lo hace hoy.»
Salmo responsorial 1 Cro 29, 10. 11abc. 11d-12a. 12bcd (R.: 12b)
R. Tú eres Señor del universo.
Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel, por los siglos de los siglos. R.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor, la majestad, porque
tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R.
Tú eres rey y soberano de todo. De ti viene la riqueza y la gloria. R.
Tú eres Señor del universo, en tu mano está el poder y la fuerza, tú engrandeces y
confortas a todos. R.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 17-21
Hermanos: El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado. Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de la reconciliación. Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación.Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no habla pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Palabra de Dios
Aleluya Mc 1, 15
Está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 7-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden!» Palabra del Señor.
Lectura de la profecía de Habacuc 1 2-3; 2, 2-4
¿Hasta cuándo clamaré, Señor, sin que me escuches?
¿Te gritaré: «Violencia», sin que me salves?
¿Por qué me haces ver desgracias, me muestras trabajos, violencias y catástrofes,
surgen luchas, se alzan contiendas?
El Señor me respondió así:
«Escribe la visión, grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido.
La visión espera su momento, se acerca su término y no fallará;
si tarda, espera, porque ha de llegar sin retrasarse.
El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe.»
Salmo responsorial Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9 (R.: 8)
R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón.»
Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su
presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R.
Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es
nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R.
Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el
día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me
tentaron, aunque habían visto mis obras.» R.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1, 6-8. 13-14
Querido hermano:
Reaviva el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no
nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio.
No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero.
Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios.
Ten delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas y vive con fe y amor en
Cristo Jesús.
Guarda este precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en
nosotros.
Aleluya 1 Pedro 1, 25
La palabra del Señor permanece para siempre; y esa palabra es el Evangelio que os
anunciamos.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 5-10
En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor:
—«Auméntanos la fe.»
El Señor contestó:
—«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:
"Arráncate de raíz y plántate en el mar."
Y os obedecería.
Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando
vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice:
"En seguida, ven y ponte a la mesa"?
¿No le diréis:
"Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y
beberás tú"?
¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?
Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid:
"Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que
hacer."»