La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2021-07-03 lo siguiente:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2, 19-22
Hermanos: Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.
Salmo responsorial Sal 116, 1. 2 (R.: Mc 16, 15)
R. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio (O bien: Aleluya).
Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo, todos los pueblos. R.
Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. R.
Aleluya Jn 20, 29
Porque me has visto, Tomás, has creído -dice el Señor-. Dichosos los que creen sin
haber visto.
Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 24-29
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: -«Hemos visto al Señor.» Pero él les contestó: -«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.» A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: -«Paz a vosotros.» Luego dijo a Tomás: -«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos;trae tu mano y métela en mi costado;y no seas incrédulo, sino creyente.» Contestó Tomás: -«¡Señor mío y Dios mío!» Jesús le dijo: -«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»
Lectura del libro del Génesis 27, 1-5. 15-29
Cuando Isaac se hizo viejo y perdió la vista, llamó a su hijo mayor: —Hijo mío.
Contestó: —Aquí estoy.
El le dijo: —Mira, yo soy viejo y no sé cuándo moriré.
Toma tus aparejos, arco y aljaba, y sal al campo a buscarme caza;después me guisas
un buen plato, como sabes que me gusta, y me lo traes para que coma;pues
quiero darte mi bendición antes de morir.
Rebeca escuchó la conversación de Isaac con Esaú, su hijo.
Salió Esaú al campo a cazar para su padre.
Rebeca tomó un traje de su hijo mayor, Esaú, el traje de fiesta, que tenía en el arcón,
y vistió con él a Jacob, su hijo menor;con la piel de los cabritos le cubrió los
brazos y la parte lisa del cuello.
Y puso en manos de su hijo Jacob el guiso sabroso que había preparado y el pan.
El entró en la habitación de su padre y dijo: —Padre.
Respondió Isaac: —Aquí estoy;¿quién eres, hijo mío?
Respondió Jacob a su padre: —Soy Esaú tu primogénito, he hecho lo que me
mandaste;incorpórate, siéntate y come lo que he cazado;después me bendecirás
tú.
Isaac dijo a su hijo: — ¡Qué prisa te has dado para encontrarla!
El respondió: —El Señor tu Dios me la puso al alcance.
Isaac dijo a Jacob: —Acércate que te palpe, hijo mío a ver si eres tú mi hijo Esaú o
no.
Se acercó Jacob a su padre Isaac, y éste lo palpó, y dijo: —La voz es la voz de Jacob,
los brazos son los brazos de Esaú.
Y no lo reconoció porque sus brazos estaban peludos como los de su hermano Esaú.
Y lo bendijo.
Le volvió a preguntar: — ¿Eres tú mi hijo Esaú?
Respondió Jacob: —Yo soy.
Isaac dijo: —Sírveme la caza, hijo mío, que coma yo de tu caza, y así te
bendeciré yo.
Se la sirvió, y él comió.
Le trajo vino, y bebió.
Isaac le dijo: —Acércate y bésame, hijo mío.
Se acercó y lo besó.
Y al oler el aroma del traje, lo bendijo, diciendo: —Aroma de un campo que bendijo
el Señor es el aroma de mi hijo: que Dios te conceda el rocío del cielo, la fertilidad
de la tierra, abundancia de trigo y de vino.
Que te sirvan los pueblos, y se postren ante ti las naciones.
Sé señor de tus hermanos, que ellos se postren ante ti.
Maldito quien te maldiga, bendito quien te bendiga.
Salmo responsorial Sal 134, 1-2. 3-4. 5-6
V/. Alabad al Señor, porque es bueno.
R/. Alabad al Señor, porque es bueno.
V/. Alabad el nombre del Señor, alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor, en los atrios de la casa de nuestro Dios.
V/. Alabad al Señor, porque es bueno;tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob, a Israel en posesión suya. R/.
V/. Yo sé que el Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace: en el cielo y en la tierra, en los mares y en los
océanos. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 9, 14-17
En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercaron a Jesús, preguntándole: ¿Por
qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no
ayunan? Jesús les dijo: ¿Es que pueden guardar luto los amigos del novio,
mientras el novio está con ellos? .
Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado;porque la pieza
tira del manto y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos;porque revientan los odres: se
derrama el vino y los odres se estropean;el vino nuevo se echa en odres nuevos,
y así las dos cosas se conservan.