La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2024-02-11 lo siguiente:
Lectura del libro de Isaías 66, 10-14c
Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis, alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis luto. Mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos, y apuraréis las delicias de sus ubres abundantes. Porque así dice el Señor: «Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán; como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo, y en Jerusalén seréis consolados. Al verlo, se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos florecerán como un prado; la mano del Señor se manifestará a sus siervos.»
Salmo responsorial Jdt 13, 18bcde. 19 (R.: 15, 9d)
R. Tu eres el orgullo de nuestra raza.
El Altísimo te ha bendecido, hija, más que a todas las mujeres de la tierra. Bendito el
Señor, creador del cielo y tierra. R.
Que hoy ha glorificado tu nombre de tal modo, que tu alabanza estará siempre en la
boca de todos los que se acuerden de esta obra poderosa de Dios. R.
Jn 2, 1-11
Lectura del libro del Levítico 13, 1-2. 44-46
El Señor dijo a Moisés y a Aarón:
—«Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la
piel, y se le produzca la lepra, será llevado ante Aarón, el sacerdote, o cualquiera de
sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra: es impuro. El sacerdote lo
declarará impuro de lepra en la cabeza.
El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado,
con la barba tapada y gritando: "¡impuro, impuro!" Mientras le dure la afección,
seguirá impuro; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento.»
Salmo responsorial Sal 31, 1-2. 5. 11 (R/.: cf. 7)
R/. Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.
Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito. R/.
Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito; propuse: «Confesaré al Señor
mi culpa» y tú perdonaste mi culpa y mi pecado R/.
Alegraos, justos, y gozad con el Señor; aclamadlo, los de corazón sincero. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 31-11, 1
Hermanos:
Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria
de Dios.
No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios,
como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio
bien, sino el de la mayoría, para que se salven.
Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.
Aleluya Lc 7, 16
Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 40-45
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
-«Si quieres, pareces limpiarme.»
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo:
—«Quiero: queda limpio.»
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente:
—«No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y
ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de
modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba
fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.