La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2024-02-10 lo siguiente:
Ct 8, 6-7
Salmo Responsorial Sal 148, 1-2. 11-13b. 13c-14
Lc 10, 38-42
Lectura del primer libro de los Reyes 12, 26-32; 13, 33-34
En aquellos días, Jeroboán pensó para sus adentros: Todavía puede volver el reino a
la casa de David. Si la gente sigue yendo a Jerusalén para hacer sacrificios en el
templo del Señor, terminarán poniéndose de parte de su señor, Roboán, rey de
Judá; me matarán y volverán a unirse a Roboán, rey de Judá.
Después de aconsejarse, el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente: ¡Ya está
bien de subir a Jerusalén! ¡Este es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto! Luego
colocó un becerro en Betel y el otro en Dan.
Esto incitó a pecar a Israel, porque la gente iba unos a Betel y otros a Dan.
También edificó ermitas en los altozanos; puso de sacerdotes a gente de la plebe,
que no pertenecía a la tribu de Leví.
Instituyó también una fiesta el día quince del mes octavo, como la fiesta que se
celebraba en Judá, y subió al altar que había levantado en Betel, a ofrecer
sacrificios al becerro que había hecho.
En Betel estableció a los sacerdotes de las ermitas que había construido.
Jeroboán no se convirtió de su mala conducta y volvió a nombrar a gente de la
plebe como sacerdotes de las ermitas de los altozanos; al que le parecía bien, lo
consagraba sacerdote de los altozanos.
Este proceder llevó al pecado a la dinastía de Jeroboán y motivó su destrucción y
exterminio de la tierra.
Salmo responsorial Sal 105, 6-7a. 19-20. 21-22
V/. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
R/. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
V/. Hemos pecado con nuestros padres, hemos cometido maldades e iniquidades.
Nuestros padres en Egipto no comprendieron tus maravillas. R/.
V/. En Horeb se hicieron un becerro, adoraron un ídolo de fundición; cambiaron
su Gloria por la imagen de un toro que come hierba. R/.
Se olvidaron de Dios su salvador, que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el país de Cam, portentos junto al Mar Rojo. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 8, 1-10
Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a
sus discípulos y les dijo: Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días conmigo
y no tienen qué comer, y si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar
por el camino.
Además, algunos han venido desde lejos.
Le replicaron sus discípulos: ¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado,
para que se queden satisfechos? El les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis ? Ellos
contestaron: Siete.
Mandó que la gente se sentara en el suelo: tomó los siete panes, pronunció la
Acción de Gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los
sirvieran.
Ellos los sirvieron a la gente.
Tenían también unos cuantos peces: Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran
también.
La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete
canastas; eran unos cuatro mil.
Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de
Dalmanuta.