La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Viernes, 2020-06-05 lo siguiente:
Hch 26, 19-23
Salmo Responsorial Sal 116, 1. 2
Jn 10, 11-16
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 3, 10-17
Querido hermano: Tú seguiste paso a paso mi doctrina y mi conducta, mis planes,
fe y paciencia, mi amor fraterno y mi aguante en las persecuciones y
sufrimientos, como aquellos que me ocurrieron en Antioquía, Iconio y Listra.
¡Qué persecuciones padecí ! Pero de todas me libró el Señor.
Por otra parte, todo el que se proponga vivir como buen cristiano será perseguido.
En cambio, esos perversos embaucadores irán de mal en peor, extraviando a los
demás y extraviándose ellos mismos.
Pero tú permanece en lo que has aprendido y se te ha confiado;sabiendo de quién
lo aprendiste, y que desde niño conoces la Sagrada Escritura: Ella puede darte la
sabiduría que por la fe en Cristo Jesús conduce a la salvación.
Toda Escritura inspirada por Dios es también útil para enseñar, para reprender,
para corregir, para educar en la virtud: así el hombre de Dios estará
perfectamente equipado para toda obra buena.
Salmo responsorial Sal 118, 157. 160. 161. 165. 166. 168.
V/. Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor.
R/. Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor.
Muchos son los enemigos que me persiguen, pero yo no me aparto de tus
preceptos. R/.
V/. El compendio de tu palabra es la verdad, y tus justos juicios son eternos. R/.
V/. Los nobles me perseguían sin motivo, pero mi corazón respetaba tus palabras.
V/. Mucha paz tienen los que aman tus leyes y nada los hace tropezar.
V/. Aguardo tu salvación, Señor, y cumplo tus mandatos.
V/. Guardo tus decretos, y tú tienes presentes mis caminos.
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 35-37
En aquel tiempo, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó: ¿Cómo dicen los
letrados que el Mesías es hijo de David? El mismo David, movido por el Espíritu
Santo, dice: «Dijo el Señor a mi Señor: siéntate a mi derecha, y haré de tus
enemigos estrado de tus pies».
Si el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo? La gente, que era
mucha, disfrutaba escuchándolo.