La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2020-06-06 lo siguiente:
Ez 34, 11-16
Salmo Responsorial Sal 22, 1-3. 4. 5. 6
Lc 14, 25-33
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 4, 1-8
Querido hermano: Ante Dios y ante Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y
muertos, te conjuro por su venida en majestad: Proclama la palabra, insiste a
tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda paciencia y deseo de
instruir.
Porque vendrá un tiempo en que la gente no soportará la doctrina sana, sino que,
para halagarse el oído, se rodearán de maestros a la medida de sus deseos;y,
apartando el oído de la verdad, se volverán a las fábulas.
Tú estate siempre alerta: soporta lo adverso, cumple tu tarea de evangelizador,
desempeña tu servicio.
Yo estoy a punto de ser sacrificado y el momento de mi partida es inminente.
He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe.
Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará
en aquel día;y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida.
Salmo responsorial Sal 70, 8-9. 14-15ab. 16-17. 22
V/. Mi boca contará tu auxilio, Señor.
R/. Mi boca contará tu auxilio, Señor.
V/. Llena estaba mi boca de tu alabanza y de tu gloria, todo el día.
No me rechaces ahora en la vejez, me van faltando las fuerzas, no me abandones.
V/. Yo seguiré esperando, redoblaré tus alabanzas;mi boca contará tu auxilio, y
todo el día tu salvación. R/.
V/. Contaré tus proezas, Señor mío, narraré tu victoria, tuya entera.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas.
V/. Yo te daré gracias, Dios mío, con el arpa, por tu lealtad;tocaré para ti la cítara,
Santo de Israel. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 38-44
En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y les decía: ¡Cuidado con los letrados
! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza,
buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los
banquetes;y devoran los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos.
Esos recibirán una sentencia más rigurosa.
Estando Jesús sentado enfrente del cepillo del templo, observaba a la gente que iba
echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad;se acercó una viuda pobre y
echó dos reales.
Llamando a su discípulos, les dijo: Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el
cepillo más que nadie.
Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha
echado todo lo que tenía para vivir.