La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2018-09-30 lo siguiente:
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 3, 14-17
Querido hermano: Permanece en lo que has aprendido y se te ha confiado, sabiendo de quién lo aprendiste y que desde niño conoces la sagrada Escritura;ella puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación. Toda Escritura inspirada por Dios es también útil para enseñar, para reprender, para corregir, para educar en la virtud;así el hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena.
SALMO RESPONSORIAL Sal 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14 (R.: 12b)
R. Enséñame, Señor, tus leyes.
¿Cómo podrá un joven andar honestamente? Cumpliendo tus palabras. R.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.
En mi corazón escondo tus consignas, así no pecaré contra ti. R.
Bendito eres, Señor, enséñame tus leyes. R.
Mis labios van enumerando los mandamientos de tu boca. R.
Mi alegría es el camino de tus preceptos, más que todas las riquezas. R.
Mt 13, 47-52
Lectura del libro de los Números 11, 25-29
En aquellos días, el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo
del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el
espíritu, se pusieron a profetizar en seguida.
Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad.
Aunque estaban en la lista, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó
sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento.
Un muchacho corrió a contárselo a Moisés:
—«Eldad y Medad están profetizando en el campamento.»
Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino:
—«Señor mio, Moisés, prohíbeselo.»
Moisés le respondió:
—«¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera
el espíritu del Señor!»
Salmo responsorial Sal 18, 8. 10.12-13.14 (R/.: 9a)
R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma;el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.
La voluntad del Señor es pura y eternamente estable;los mandamientos del
Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Aunque tu siervo vigila para guardarlos con cuidado, ¿quién conoce sus faltas?
Absuélveme de lo que se me oculta. R/.
Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me domine: así quedaré libre
e inocente del gran pecado. R/.
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 1-6
Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han
tocado.
Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro
oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra
vosotros y devorará vuestra carne como el fuego.
¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final!
El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está
clamando contra vosotros;y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído
del Señor de los ejércitos.
Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado
para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo;él no os resiste.
Aleluya Jn 17, 17b. a
Tu palabra, Señor, es verdad;conságranos en la verdad.
Lectura del santo evangelio segun san Marcos 9, 38-43. 45. 47-48
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús:
—«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo
hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.»
Jesús respondió:
—«No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede
luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
Y, además, el que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os
aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos
pequeñuelos que crcen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de
molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar
manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga.
Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser
echado con los dos pies al infierno.
Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios,
que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no
se apaga.»