La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2018-09-29 lo siguiente:
Lectura de la profecía de Daniel 7, 9-10. 13-14
Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó;su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima;su trono, llamas de fuego;sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros.
Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él.
Le dieron poder real y dominio;todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Sal 137, 1-2a. 2b-3. 4-5. 7c-8 (R.: 1c)
R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R.
Daré gracias a tu nombre: por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa
supera a tu fama;cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma.
R.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra, al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor, porque la gloria del Señor es grande. R.
Aleluya Sal 102, 21
Bendecid al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplís sus deseos.
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 47-51
En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: -«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» Natanael le contesta: -«¿De qué me conoces?» Jesús le responde: -«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» Natanael respondió: -«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» Jesús le contestó: -«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: -«Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»
Lectura del libro del Eclesiastés 11, 9-12, 8
Disfruta mientras eres muchacho y pásalo bien en la juventud;déjate llevar del
corazón, de lo que atrae a los ojos;pero sabe que Dios te llevará a juicio para dar
cuenta de todo.
Rechaza las penas del corazón, rehúye los dolores del cuerpo: niñez y juventud son
vanidad.
Acuérdate de tu Hacedor durante la juventud, antes de que lleguen los días
desgraciados y te alcancen los años en que dirás: «no les saco gusto»;antes de
que se oscurezca la luz del sol, la luna y las estrellas, y a la lluvia siga el nublado.
Ese día temblarán los guardianes de casa y los valientes se encorvarán;las que
muelen serán pocas y se pararán, los que miran por las ventanas se ofuscarán;las
puertas de la calle se cerrarán y el ruido del molino se apagará;se debilitará el
canto de los pájaros, las canciones se irán callando;darán miedo las alturas y
rondarán los terrores;cuando florezca el almendro y se arrastre la langosta y no
dé gusto la alcaparra;porque el hombre marcha a la morada eterna y el cortejo
fúnebre recorre las calles.
Antes de que se rompa el hilo de plata y se destroce la copa de oro, y se quiebre el
cántaro en la fuente y se raje la polea del pozo, y el polvo vuelva a la tierra que
fue, y el espíritu vuelva al Dios que lo dio.
Vaciedad de vaciedades, dice el Predicador, vaciedad de vaciedades y todo
vaciedad.
Salmo responsorial Sal 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17.
V/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
V/. Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó, una vela nocturna. R/.
Los siembras año por año, como hierba que se renueva;que florece y se
renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca. R/.
V/. Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos. R/.
V/. Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y
júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 44b-45
En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus
discípulos: Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del Hombre lo van a entregar en
manos de los hombres.
Pero ellos no entendían este lenguaje;les resultaba tan oscuro, que no cogían el
sentido.
Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.