La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Martes, 2024-08-27 lo siguiente:
Lectura del libro del Eclesiástico 26, 1-4. 13-16
Dichoso el marido de una mujer buena; se doblarán los años de su vida. La mujer hacendosa hace prosperar al marido, él cumplirá sus días en paz. Mujer buena es buen partido que recibe el que teme al Señor; sea rico o pobre, estará contento y tendrá cara alegre en toda sazón. Mujer hermosa deleita al marido, mujer prudente lo robustece; mujer discreta es don del Señor: no se paga un ánimo instruido; mujer modesta duplica su encanto: no hay belleza que pague un ánimo casto. El sol brilla en el cielo del Señor, la mujer bella, en su casa bien arreglada.
Salmo responsorial Sal 130, 1. 2. 3
R. Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros; no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R.
Sino que acallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre. R.
Espere Israel en el Señor ahora y por siempre. R.
Aleluya Jn 8, 12b
Yo soy la luz del mundo -dice el Señor-; el que me sigue tendrá la luz de la vida.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 7, 11-17
En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: -«No llores.» Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: -«¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!» El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: -«Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.» La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Judea entera.
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 2, 1-3a. 13-16
Hermanos: Os rogamos a propósito de la última venida de nuestro Señor Jesucristo
y de nuestro encuentro con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis
por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras: como si afirmásemos que el
día del Señor está encima.
Que nadie en modo alguno os desoriente.
Dios os llamó por medio del Evangelio que predicamos, para que sea vuestra la
gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Así, pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis
aprendido de nosotros, de viva voz o por carta.
Que Jesucristo nuestro Señor y Dios nuestro Padre que nos ha amado tanto y nos ha
regalado un consuelo permanente y una gran esperanza os consuele
internamente y os dé fuerza para toda clase de palabras y de obras buenas.
Salmo responsorial Sal 95, 10. 11-12a. 12b-13.
V/. El Señor llega a regir la tierra.
R/. El Señor llega a regir la tierra.
V/. Decid a los pueblos: «El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él
gobierna a los pueblos rectamente. R/.
V/. Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los
campos y cuanto hay en ellos. R/.
V/. Aclamen los árboles del bosque, delante del Señor, que ya llega, ya llega a
regir la tierra; regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 23, 23-26
En aquel tiempo habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos
hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis
lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que
habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros,
letrados y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras
por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego! , limpia
primero la copa por dentro y así quedará limpia también por fuera.