La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Jueves, 2024-08-29 lo siguiente:
Lectura del libro de Jeremías 1, 17-19
En aquellos días, recibí esta palabra del Señor: «Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor.
Salmo responsorial Sal 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15ab y 17 (R.: 15a)
R. Mi boca contará tu auxilio.
A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo,
líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído, y sálvame. R.
Sé tu mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar
eres tú, Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.
Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías. R.
Mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste desde
mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R.
Aleluya Mt 5, 10
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los
cielos.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 17-29
En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: -«Pídeme lo que quieras, que te lo doy.» Y le juró: -«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.» Ella salió a preguntarle a su madre: -«¿Qué le pido?» La madre le contestó: -«La cabeza de Juan, el Bautista.» Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: -«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.» El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.
Comienzo de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 1-9
Yo Pablo, llamado a ser Apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Sóstenes
nuestro hermano escribimos a la iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados
por Jesucristo, al pueblo santo que él llamó y a todos los demás que en cualquier
lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro y de ellos.
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con
vosotros.
En mi Acción de Gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios
os ha dado en Cristo Jesús.
Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en
vosotros se ha probado el testimonio de Cristo.
De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de
nuestro Señor Jesucristo.
El os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el
tribunal de Jesucristo Señor nuestro.
Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro.
¡Y él es fiel!
Salmo responsorial Sal 144, 2-3. 4-5. 6-7
V/. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi Rey.
R/. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi Rey.
V/. Día tras día te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor y merece toda alabanza, es incalculable su grandeza.
V/. Una generación pondera tus obras a otra y le cuenta tus hazañas; alaban ellos
la gloria de tu majestad, y yo repito tus maravillas. R/.
Encarecen ellos tus temibles proezas, y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad y aclaman tus victorias. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 24, 42-51
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Estad en vela, porque no sabéis qué día
vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón,
estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis
viene el Hijo del Hombre.
¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la
servidumbre la comida a sus horas? Pues dichoso ese criado, si el amo, al llegar,
lo encuentra portándose así.
Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes.
Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a
sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que
menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los
hipócritas.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes.