La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Miércoles, 2025-10-15 lo siguiente:
Lectura del libro del Eclesiástico 15, 1-6
El que teme al Señor obrará así, observando la ley, alcanzará la sabiduría. Ella le saldrá al encuentro como una madre y lo recibirá como la esposa de la juventud; lo alimentará con pan de sensatez y le dará a beber agua de prudencia; apoyado en ella no vacilará y confiado en ella no fracasará; lo ensalzará sobre sus compañeros, para que abra la boca en la asamblea; lo llena de sabiduría e inteligencia, lo cubre con vestidos de gloria; alcanzará gozo y alegría, le dará un nombre perdurable.
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 6-7. 8-9. 16-17. 18-19 (R.: Sal 21, 23)
R. Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas
las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has
afianzado tu fidelidad. R.
El cielo proclama tus maravillas, Señor, y tu fidelidad, en la asamblea de los
ángeles. ¿Quién sobre las nubes se compara a Dios? ¿Quién como el Señor entre los
seres divinos? R.
Dios es temible en el consejo de los ángeles, es grande y terrible para toda su corte.
Señor de los ejércitos, ¿quién como tú? El poder y la fidelidad te rodean. R.
Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro; tu
nombre es su gozo cada día, tu justicia es su orgullo. R.
Porque tú eres su honor y su fuerza, y con tu favor realzas nuestro poder. Porque el
Señor es nuestro escudo, y el Santo de Israel nuestro rey. R.
Aleluya Si 39, 14
Los pueblos contarán su sabiduría, y la asamblea anunciará su alabanza.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 25-30
En aquel tiempo, exclamó Jesús: -«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. - Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 2, 1-11
Tú, el que seas, que te eriges en juez, no tienes defensa; al dar sentencia contra el
otro te condenas tú mismo, porque tú, el juez, te portas igual.
Todos admitimos que Dios condena con derecho a los que obran mal, a los que
obran de esa manera.
Y tú, que juzgas a los que hacen eso, mientras tú haces lo mismo, ¿te figuras que vas
a escapar de la sentencia de Dios? ¿O es que desprecias el tesoro de su bondad,
tolerancia y paciencia, al no reconocer que esa bondad es para empujarte a la
conversión? Con la dureza de tu corazón impenitente te estás almacenando
castigos para el día del castigo, cuando se revelará el justo juicio de Dios pagando
a cada uno según sus obras.
A los que han perseverado en hacer el bien, porque buscaban contemplar su gloria
y superar la muerte, les dará vida eterna; a los porfiados que se rebelan contra la
verdad y se rinden a la injusticia, les dará un castigo implacable.
Pena y angustia tocarán a todo malhechor, primero al judío, pero también al griego;
porque Dios no es parcial con nadie.
Salmo responsorial Sal 61, 2-3. 6-7. 9
V/. Tú, Señor, pagas a cada uno según sus obras.
R/. Tú, Señor, pagas a cada uno según sus obras.
V/. Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi salvación; sólo él es mi
roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré. R/.
V/. Descansa sólo en Dios, alma mía,
porque el es mi esperanza; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
V/. Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es
nuestro refugio. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 11, 42-46
En aquel tiempo, dijo el Señor: ¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la
hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el
derecho y el amor de Dios ! Esto habría que practicar sin descuidar aquello.
¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y
las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que
la gente pisa sin saberlo!
Un jurista intervino y le dijo: Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros.
Jesús replicó: ¡Ay de vosotros también, juristas, que abrumáis a la gente con cargas
insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!