La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2023-10-15 lo siguiente:
Lectura del libro del Eclesiástico 15, 1-6
El que teme al Señor obrará así, observando la ley, alcanzará la sabiduría. Ella le saldrá al encuentro como una madre y lo recibirá como la esposa de la juventud; lo alimentará con pan de sensatez y le dará a beber agua de prudencia; apoyado en ella no vacilará y confiado en ella no fracasará; lo ensalzará sobre sus compañeros, para que abra la boca en la asamblea; lo llena de sabiduría e inteligencia, lo cubre con vestidos de gloria; alcanzará gozo y alegría, le dará un nombre perdurable.
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 6-7. 8-9. 16-17. 18-19 (R.: Sal 21, 23)
R. Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas
las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has
afianzado tu fidelidad. R.
El cielo proclama tus maravillas, Señor, y tu fidelidad, en la asamblea de los
ángeles. ¿Quién sobre las nubes se compara a Dios? ¿Quién como el Señor entre los
seres divinos? R.
Dios es temible en el consejo de los ángeles, es grande y terrible para toda su corte.
Señor de los ejércitos, ¿quién como tú? El poder y la fidelidad te rodean. R.
Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro; tu
nombre es su gozo cada día, tu justicia es su orgullo. R.
Porque tú eres su honor y su fuerza, y con tu favor realzas nuestro poder. Porque el
Señor es nuestro escudo, y el Santo de Israel nuestro rey. R.
Aleluya Si 39, 14
Los pueblos contarán su sabiduría, y la asamblea anunciará su alabanza.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 25-30
En aquel tiempo, exclamó Jesús: -«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. - Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Lectura del Profeta Isaías 25, 6-10a
Preparará el Señor de los Ejércitos para todos los pueblos, en este monte, un festín de
manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos.
Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas
las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de
todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país —lo ha dicho el
Señor—. Aquel día se dirá: Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara:
celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte
Salmo responsorial Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6
V/. Habitaré en la casa del Señor,
por años sin término.
R/. Habitaré en la casa del Señor,
por años sin término.
V/. El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar: me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
R/. Habitaré en la casa del Señor,
por años sin término.
V/. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
R/. Habitaré en la casa del Señor,
por años sin término.
V/. Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.
R/. Habitaré en la casa del Señor,
por años sin término.
V/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida,
y habitaré en 1a casa del Señor, por años sin término.
R/. Habitaré en la casa del Señor, por años sin término.
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 4,12-14.19-20
Hermanos:
Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el
hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo
caso hicisteis bien en compartir mi tribulación.
En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme
a su riqueza en Cristo Jesús.
A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 22, 1-14
En aquel tiempo volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los
senadores del pueblo, diciendo:
—El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó
criados para que avisaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados
encargándoles que les dijeran: tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses
cebadas y todo está a punto. Venid a la boda.
Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los
demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en
cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la
ciudad. Luego dijo a sus criados:
—La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces
de los caminos y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda. Los criados salieron a
los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete
se llenó de comensales. [Cuando el rey entró a saludar a los comensales reparó en uno que
no llevaba traje de fiesta y le dijo:
—Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?
El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros:
—Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el
rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.]