La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Miércoles, 2018-08-15 lo siguiente:
Lectura del primer libro de las Crónicas 15, 3-4. 15-16;16, 1-2
En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar el arca del Señor al lugar que le había preparado. Luego reunió a los hijos de Aarón y a los levitas. Luego los levitas se echaron los varales a los hombros y levantaron en peso el arca de Dios, tal como había mandado Moisés por orden del Señor. David mandó a los jefes de los levitas organizar a los cantores de sus familias, para que entonasen cantos festivos acompañados de instrumentos, arpas, cítaras y platillos. Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión a Dios y, cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor.
Salmo responsorial Sal 44, 10bc. 11-12ab. 16 (R.: 10b)
R. Levántate, Señor, ven a tu mansión, ven con el arca de tu poder.
Oímos que estaba en Efrata, la encontramos en el Soto de Jaar: entremos en su
morada, postrémonos ante el estrado de sus pies. R.
Que tus sacerdotes se vistan de gala, que tus fieles vitoreen. Por amor a tu siervo
David, no niegues audiencia a tu Ungido. R.
Porque el Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella: «Ésta es mi mansión por
siempre, aquí viviré, porque la deseo.» R.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 20-27a
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia;después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo;después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.
Aleluya
María ha sido llevada al cielo, se alegra el ejército de los ángeles.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-56
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá;entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: -«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.» María dijo: -«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.» María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
Lectura del Profeta Ezequiel 9, 1-7;10, 18-22
Oí al Señor llamar en voz alta: Acercaos, verdugos de la ciudad, empuñando cada
uno su arma mortal.
Entonces aparecieron seis hombres por el camino de la puerta de arriba, la que da al
norte, empuñando mazas.
En medio de ellos, un hombre vestido de lino, con los avíos de escribano a la
cintura.
Al llegar se detuvieron junto al altar de bronce.
La Gloria del Dios de Israel se había levantado del Querubín en que se apoyaba,
yendo a ponerse en el umbral del templo.
Llamó al hombre vestido de lino, con los avíos de escribano a la cintura, y le dijo el
Señor: Recorre la ciudad, atraviesa Jerusalén, y marca en la frente a los que gimen
afligidos por las abominaciones que en ella se cometen.
A los otros les dijo en mi presencia: Recorred la ciudad detrás de él, golpeando sin
compasión y sin piedad.
A viejos mozos y muchachas,
a niños y mujeres, matadlos, acabad con ellos;pero a ninguno de los marcados lo
toquéis.
Empezad por mi santuario.
Y empezaron por los ancianos que estaban frente al templo.
Luego les dijo: Profanad el templo, llenando sus atrios de cadáveres, y salid a matar
por la ciudad.
Luego la Gloria del Señor salió levantándose del umbral del templo y se colocó
sobre los querubines.
Vi a los querubines levantar las alas, remontarse del suelo sin separarse de las
ruedas y salir.
Y se detuvo junto a la puerta oriental de la casa del Señor;mientras tanto la Gloria
del Dios de Israel sobresalía por encima de ellos.
Eran los seres vivientes que yo había visto debajo del Dios de Israel a orillas del río
Quebar, y me di cuenta de que eran querubines.
Tenían cuatro rostros y cuatro alas cada uno, y una especie de brazos humanos
debajo de las alas, y su fisonomía era la de los rostros que yo había contemplado
a orillas del río Quebar.
Caminaban de frente.
Salmo responsorial Sal 112, 1-2. 3-4. 5-6
V/. La gloria del Señor se eleva sobre el cielo.
R/. La gloria del Señor se eleva sobre el cielo.
V/. Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor ahora y por siempre.
V/. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre el cielo. R/.
V/. ¿Quién como el Señor Dios nuestro que se eleva en su trono, y se abaja para
mirar al cielo y a la tierra. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si tu hermano peca, repréndelo a solas
entre los dos.
Si te hace caso, has salvado a tu hermano.
Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede
confirmado por boca de dos o tres testigos.
Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la
comunidad, considéralo como un pagano o un publicano.
Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que
desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.
Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para
pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo.
Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos.