La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Jueves, 2025-08-14 lo siguiente:
Lectura del libro de la Sabiduría 3, 1-9
La vida de los justos está en manos de Dios,
y no los tocará el tormento.
La gente insensata pensaba que morían,
consideraba su tránsito como una desgracia,
y su partida de entre nosotros como una destrucción;
pero ellos están en paz.
La gente pensaba que cumplían una pena,
pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad;
sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes favores,
porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí;
los probó como oro en crisol,
los recibió como sacrificio de holocausto;
a la hora de la cuenta resplandecerán
como chispas que prenden por un cañaveral;
gobernarán naciones, someterán pueblos,
y el Señor reinará sobre ellos eternamente.
Los que confían en él comprenderán la verdad,
los fieles a su amor seguirán a su lado;
porque quiere a sus devotos, se apiada de ellos
y mira por sus elegidos.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Sal 115, 10-11. 12-13. 16-17 (R.: 15a)
R. Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.
Tenía fe, aun cuando dije: «¡Qué desgraciado soy!» Yo decía en mi apuro: «Los
hombres son unos mentirosos.» R.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la
salvación, invocando su nombre. R.
Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis cadenas. Te
ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. R.
Aleluya Jn 12, 15
El que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna.
Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 12-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.»
Lectura del libro de Josué 3, 7-10a. 11. 13-17
En aquellos días, el Señor dijo a Josué: Hoy empezaré a engrandecerte ante todo
Israel, para que vean que estoy contigo como estuve con Moisés.
Tú ordena a los sacerdotes portadores del Arca de la Alianza que cuando lleguen a
la orilla, se detengan en el Jordán.
Josué dijo a los israelitas: Acercaos aquí a escuchar las palabras del Señor vuestro
Dios.
Así conoceréis que un Dios vivo está en medio de vosotros, y que va a expulsar ante
vosotros a los cananeos.
Mirad, el Arca de la Alianza del Dueño de toda la tierra va a pasar el Jordán delante
de vosotros.
Y cuando los pies de los sacerdotes que llevan el Arca de la Alianza del Dueño de
toda la tierra pise el Jordán, la corriente del Jordán se cortará: el agua que viene
de arriba se detendrá formando un embalse.
Cuando la gente levantó el campamento para pasar el Jordán, los sacerdotes que
llevaban el Arca de la Alianza caminaron delante de la gente.
Y al llegar al Jordán, en cuanto mojaron los pies en el agua el Jordán va hasta los
bordes todo el tiempo de la siega, el agua que venía de arriba se detuvo (creció
formando un embalse que llegaba muy lejos, hasta Adam, un pueblo cerca de
Sartán) , y el agua que bajaba al mar del desierto, el Mar Muerto, se cortó del
todo.
La gente pasó frente a Jericó.
Los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza del Señor estaban quietos en el
cauce seco, firmes en medio del Jordán, mientras Israel iba pasando por el cauce
seco, hasta que acabaron de pasar todos.
Salmo responsorial Sal 113 A, 1-2. 3-4. 5-6.
V/. Aleluya
R/. Aleluya
V/. Cuando Israel salió de Egipto, los hijos de Jacob, de un pueblo balbuciente,
Judá fue su santuario, Israel fue su dominio. R/.
El mar, al verlos, huyó, el Jordán se echó atrás; los montes saltaron como
carneros, las colinas, como corderos. R/.
V/. ¿Qué te pasa, mar, que huyes, a ti, Jordán, que te echas atrás? ¿y a vosotros,
montes, que saltáis como carneros, colinas, que saltáis como corderos? . R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 21-19, 1
En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó: Señor, si mi hermano me
ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le
contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Y les propuso esta parábola: Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso
ajustar las cuentas con sus empleados.
Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos.
Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y
sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: Ten paciencia conmigo y
te lo pagaré todo.
El Señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.
Pero al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien
denarios, y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: Págame lo que me debes.
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y
te lo pagaré.
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su
señor todo lo sucedido.
Entonces el señor lo llamó y le dijo: ¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la
perdoné porque me lo pediste.
¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión
de ti? Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la
deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón
a su hermano.
Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al
otro lado del Jordán.