La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Lunes, 2024-10-07 lo siguiente:
Hch 1, 12-14
Salmo Responsorial Lc 1, 46-47. 48-49. 50-51. 52-53. 54-55
Aleluya Lc 1, 28
Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú eres entre las
mujeres.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: -«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: -«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: -«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: -«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: -«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel.
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 1, 6-12
Hermanos: Me sorprende que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por
amor a Cristo, y os hayáis pasado a otro Evangelio.
No es que haya otro Evangelio, lo que pasa es que algunos os turban para volver
del revés el Evangelio de Cristo.
Pues bien, si alguien os predica un Evangelio distinto del que os hemos predicado
seamos nosotros mismos o un ángel del cielo, ¡sea maldito! Lo he dicho y lo
repito: si alguien os anuncia un Evangelio diferente del que os hemos anunciado,
¡sea maldito! Cuando digo esto, ¿busco la aprobación de los hombres, o la de
Dios? ; ¿trato de agradar a los hombres? Si siguiera agradando a los hombres, no
sería servidor de Cristo.
Os notifico, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí no es de origen humano;
yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de
Jesucristo.
Salmo responsorial Sal 110, 1-2. 7-8. 9 y 10c
V/. Doy gracias al Señor de todo corazón,
R/. El Señor recuerda siempre su alianza.
Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos, en la
asamblea.
Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman. R/.
V/. Justicia y verdad son las obras de sus manos, todos sus preceptos merecen
confianza: son estables para siempre jamás, se han de cumplir con verdad y
rectitud. R/.
V/. Envió la redención a su pueblo, ratificó para siempre su alianza: su nombre es
sagrado y temible; la alabanza del Señor dura por siempre. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 10, 25-37
En aquel tiempo, se presentó un letrado y le preguntó a Jesús para ponerlo a
prueba:
Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?
El le dijo: ¿Qué está escrito en la Ley? , ¿qué lees en ella?
El letrado contestó: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo».
El le dijo: Bien dicho.
Haz esto y tendrás la vida.
Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús: ¿Y quién es mi
prójimo?
Jesús dijo: Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos
bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo
medio muerto.
Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y
pasó de largo.
Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de
largo.
Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio
lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino y, montándolo
en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó.
Al día siguiente sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo:
Cuida de él y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta.
¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de
los bandidos ? El letrado contestó: El que practicó la misericordia con él.
Díjole Jesús: Anda, haz tú lo mismo.