La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Martes, 2022-10-04 lo siguiente:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 6, 14-18
Hermanos: Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo. Pues lo que cuenta no es circuncisión o incircuncisión, sino una criatura nueva. La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma;también sobre el Israel de Dios. En adelante, que nadie me venga con molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.
Salmo responsorial Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 11 (R.: cf. 5a)
R. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.» El
Señor es el lote de mi heredad y mi copa;mi suerte está en tu mano. R.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. R.
Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría
perpetua a tu derecha. R.
Aleluya Cf. Mt 11, 25
Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has revelado los secretos del
reino a la gente sencilla.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 25-30
En aquel tiempo, exclamó Jesús: -«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 1, 13-24
Hermanos: Habéis oído hablar de mi conducta pasada en el judaísmo: con qué saña
perseguía a la Iglesia de Dios y la asolaba, y me señalaba en el judaísmo más que
muchos de mi edad y de mi raza, como partidario fanático de las tradiciones de
mis antepasados.
Pero, cuando Aquel que me escogió desde el seno de mi madre y me llamó a su
gracia, se dignó revelar a su Hijo en mí, para que yo lo anunciara a los gentiles,
en seguida, sin consultar con hombres, sin subir a Jerusalén a ver a los Apóstoles
anteriores a mí, me fui a Arabia, y después volví a Damasco.
Más tarde, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y me quedé
quince días con él.
Pero no vi a ningún otro Apóstol;vi solamente a Santiago, el pariente del Señor.
Dios es testigo de que no miento en lo que os escribo.
Fui después a Siria y a Cilicia.
Las iglesias cristianas de Judea no me conocían personalmente;sólo habían oído
decir que el antiguo perseguidor predicaba ahora la fe que antes intentaba
destruir, y alababan a Dios por causa mía.
Salmo responsorial Sal 138, 13. 13-14ab. 14c-15.
V/. Guíame, Señor, por el camino eterno.
R/. Guíame, Señor, por el camino eterno.
Señor, tú me sondeas y me conoces: me conoces cuando me siento o me
levanto, de lejos penetras mis pensamientos;distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R/.
V/. Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias porque me has escogido portentosamente, porque son admirables
tus obras. R/.
V/. Conocías hasta el fondo de mi alma, no desconocías mis huesos.
Cuando, en lo oculto, me iba formando y entretejiendo en lo profundo de la tierra.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 10, 38-42.
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en
su casa.
Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba
su palabra.
Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio;hasta que se paró y dijo:
Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que
me eche una mano.
Pero el Señor le contestó: Marta, Marta: andas inquieta y nerviosa con tantas cosas:
sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.