La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2018-08-04 lo siguiente:
Lectura de la profecía de Ezequiel 3, 16-21
En aquellos días, me vino esta palabra del Señor: -«Hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la casa de Israel. Cuando escuches una palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte. Si yo digo al malvado que es reo de muerte, y tú no le das la alarma -es decir, no hablas, poniendo en guardia al malvado, para que cambie su mala conducta y conserve la vida-, entonces el malvado morirá por su culpa;y, a ti, te pediré cuenta de su sangre. Pero, si tú pones en guardia al malvado, y no se convierte de su maldad y de su mala conducta, entonces él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado la vida. Y, si el justo se aparta de su justicia y comete maldades, pondré un tropiezo delante de él, y morirá;por no haberle puesto en guardia, él morirá por su pecado, y no se tendrán en cuenta las obras justas que hizo;pero, a ti, te pediré cuenta de su sangre. Si tú, por el contrario, pones en guardia al justo para que no peque, y en efecto no peca, ciertamente conservará la vida, por haber estado alerta;y tú habrás salvado la vida.»
Salmo responsorial Sal 116, 1. 2 (R.: Mc 16, 15)
R. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio. (O bien: Aleluya.)
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R.
Aleluya Lc 4, 18
El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los
cautivos la libertad.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 35-10, 1
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas qué no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: -«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos;rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies.» Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia.
Lectura del Profeta Jeremías 26, 11-16. 24
En aquellos días, los sacerdotes y los profetas dijeron a los príncipes y al pueblo:
Este hombre es reo de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, como lo
habéis oído con vuestros oídos.
Jeremías respondió a los príncipes y al pueblo: El Señor me envió a profetizar
contra este templo y esta ciudad las palabras que habéis oído.
Pero ahora enmendad vuestra conducta y vuestras acciones, escuchad la voz del
Señor vuestro Dios;y el Señor se arrepentirá de la amenaza que pronunció contra
vosotros.
Yo por mi parte estoy en vuestras manos: haced de mí lo que mejor os parezca.
Pero sabedlo bien: si vosotros me matáis, echáis sangre inocente sobre vosotros,
sobre esta ciudad y sus habitantes.
Porque ciertamente me ha enviado el Señor a vosotros, a predicar a vuestros oídos
estas palabras.
Los príncipes del pueblo dijeron a los sacerdotes y profetas: Este hombre no es reo
de muerte, porque nos ha hablado en nombre del Señor nuestro Dios.
Entonces Ajicán, hijo de Safán, se hizo cargo de Jeremías para que no lo entregaran
al pueblo para matarlo.
Salmo responsorial Sal 68, 15-16. 30-31. 33-34.
V/. Escúchame, Señor, el día de tu favor.
R/. Escúchame, Señor, el día de tu favor.
V/. Arráncame del cieno, que no me hunda, líbrame de los que me aborrecen y de
las aguas sin fondo.
Que no me arrastre la corriente, , que no me trague el torbellino, que no se cierre la
poza sobre mí. R/.
V/. Yo soy un pobre malherido, Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de
gracias. R/.
V/. Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 14, 1-12
En aquel tiempo, oyó el virrey Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus
ayudantes: Ese es Juan Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso
los Poderes actúan en él.
Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel
encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Felipe;porque Juan
le decía que no le estaba permitido vivir con el1a.
Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta.
El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos y le
gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera.
Ella, instigada por su madre, le dijo: Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza
de Juan Bautista.
El rey lo sintió;pero por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran;y
mandó decapitar a Juan en la cárcel.
Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su
madre.
Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús.