La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Miércoles, 2018-08-01 lo siguiente:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 1-4
Hermanos: Ahora no pesa condena alguna sobre los que están unidos a Cristo Jesús, pues, por la unión con Cristo Jesús, la ley del Espíritu de vida me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Lo que no pudo hacer la Ley, reducida a la impotencia por la carne, lo ha hecho Dios: envió a su Hijo encarnado en una carne pecadora como la nuestra, haciéndolo víctima por el pecado, y en su carne condenó el pecado. Así, la justicia que proponía la Ley puede realizarse en nosotros, que ya no procedemos dirigidos por la carne, sino por el Espíritu.
Salmo responsorial Sal 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14 (R.: 12b)
R. Enséñame, Señor, tus leyes.
¿Cómo podrá un joven andar honestamente? Cumpliendo tus palabras. R.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.
En mi corazón escondo tus consignas, así no pecaré contra ti. R.
Bendito eres, Señor, enséñame tus leyes. R.
Mis labios van enumerando los mandamientos de tu boca. R.
Mi alegría es el camino de tus preceptos, más que todas las riquezas. R.
Mt 5, 13-l9
Lectura del Profeta Jeremías 15, 10. 16-21
¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste hombre de pleitos y contiendas para
todo el país ! Ni he prestado ni me han prestado, y todos me maldicen.
Cuando encontraba palabras tuyas, las devoraba;tus palabras eran mi gozo y la
alegría de mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, Señor Dios
de los Ejércitos.
No me senté a disfrutar con los que se divertían;forzado por tu mano me senté
solitario, porque me llenaste de ira.
¿Por qué se ha vuelto crónica mi llaga, y mi herida, enconada e incurable ? Te me
has vuelto arroyo engañoso, de aguas inconstantes.
Entonces respondió el Señor: Si vuelves, te haré volver a mí, estarás en mi
presencia;si separas lo precioso de la escoria, serás mi boca.
Que ellos se conviertan a ti, no te conviertas tú a ellos.
Frente a este pueblo te pondré como muralla de bronce inexpugnable: lucharán
contra ti y no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte y salvarte, oráculo
del Señor.
Te libraré de manos de los perversos, te rescataré del puño de los opresores.
Salmo responsorial Sal 58, 23. 4-5a. 10-11. 17. 18
V/. Dios es mi refugio en el peligro.
R/. Dios es mi refugio en el peligro.
V/. Líbrame de mi enemigo, Dios mío, protégeme de mis agresores;líbrame de
los malhechores, sálvame de los hombres sanguinarios. R/.
V/. Mira que me están acechando y me acosan los poderosos.
Sin que yo haya pecado ni faltado, Señor, sin culpa mía, avanzan para acometerme.
V/. Estoy velando contigo, fuerza mía, porque tú, oh Dios, eres mi alcázar;que tu
favor se adelante, oh Dios, y me haga ver la derrota del enemigo. R/.
V/. Yo cantaré tu fuerza, por la mañana aclamaré tu misericordia: porque has sido
mi alcázar y mi refugio en el peligro. R/.
V/. Y tañeré en tu honor, fuerza mía, porque tú, oh Dios, eres mi alcázar.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 44-45
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: El Reino de los Cielos se parece a un tesoro
escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de
alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al
encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.