La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Miércoles, 2017-07-26 lo siguiente:
Lectura del libro del Eclesiástico 44, 1. 10-15
Hagamos el elogio de los hombres de bien, de la serie de nuestros antepasados. Fueron hombres de bien, su esperanza no se acabó;sus bienes perduran en su descendencia, su heredad pasa de hijos a nietos. Sus hijos siguen fieles a la alianza, y también sus nietos, gracias a ellos. Su recuerdo dura por siempre, su caridad no se olvidará. Sepultados sus cuerpos en paz, vive su fama por generaciones;el pueblo cuenta su sabiduría, la asamblea pregona su alabanza.
Salmo responsorial Sal 131, 11. 13-14. 17-18 (R.: cf. Lc 1, 32a)
R. El Señor Dios le ha dado el trono de David, su padre.
El Señor ha jurado a David una promesa que no retractará: «A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.» R.
Porque el Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre, aquí viviré, porque la deseo.» R.
«Haré germinar el vigor de David, enciendo una lámpara para mi Ungido. A sus
enemigos los vestiré de ignominia, sobre él brillará mi diadema.» R.
Aleluya Cf. Lc 2, 25c
Aguardaban el consuelo de Israel. y el Espíritu Santo moraba en ellos.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 16-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.»
Lectura del libro del Éxodo 16, 1-5. 9-15
Toda la comunidad de Israel partió de Elim y llegó al desierto de Sin, entre Elim y
Sinaí, el día quince del segundo mes después de salir de Egipto.
La comunidad de los israelitas protestó contra Moisés y Aarón en el desierto
diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en Egipto, cuando nos
sentábamos alrededor de la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos! .
Nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda la comunidad.
El Señor dijo a Moisés: Yo haré llover pan del cielo: que el pueblo salga a recoger la
ración de cada día;lo pondré a prueba a ver si guarda mi ley o no.
El día sexto prepararán lo que hayan recogido, y será el doble de lo que recogen a
diario.
Moisés dijo a Aarón: Di a la comunidad de los israelitas: «Acercaos al Señor, que ha
escuchado vuestras murmuraciones».
Mientras Aarón hablaba a la asamblea, ellos se volvieron hacia el desierto y vieron
la gloria del Señor que aparecía en una nube.
El Señor dijo a Moisés: He oído las murmuraciones de los israelitas.
Diles de mi parte: «Al atardecer comeréis carne, por la mañana os hartaréis de pan;
para que sepáis que yo soy el Señor Dios vuestro».
Por la tarde una bandada de codornices cubrió todo el campamento;por la mañana
había una capa de rocío alrededor de él.
Cuando se evaporó la capa de rocío, apareció en la superficie del desierto un polvo
parecido a la escarcha.
Al verlo, los israelitas se dijeron: ¿Qué es esto? Pues no sabían lo que era.
Moisés les dijo: Es el pan que el Señor os da de comer.
Salmo responsorial Sal 77, 18─19. 23─24. 25─26. 27─28
V/. El Señor les dio pan del cielo.
R/. El Señor les dio pan del cielo.
V/. Tentaron a Dios en sus corazones, pidiendo una comida a su gusto;hablaron
contra Dios: «¿Podrá Dios preparar una mesa en el desierto? ». R/.
V/. Pero dio orden a las altas nubes, abrió las compuertas del cielo: hizo llover
sobre ellos maná, les dio un trigo celeste. R/.
V/. Y el hombre comió pan de ángeles, les mandó provisiones hasta la hartura.
Hizo soplar desde el cielo el Levante, y dirigió con su fuerza el viento Sur. R/.
V/. Hizo llover carne como una polvareda, y volátiles como arena del mar;los
hizo caer en mitad del campamento, alrededor de sus tiendas. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 1-9
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago.
Acudió tanta gente, que tuvo que subirse a una barca;se sentó y la gente se quedó
de pie en la oril1a.
Les habló mucho rato en parábolas: Salió el sembrador a sembrar.
Al sembrar, un poco cayó al borde del camino;vinieron los pájaros y se lo
comieron;Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenia tierra;como
la tierra no era profunda, brotó enseguida;pero en cuanto salió el sol, se abrasó, y
por falta de raíz se secó.
Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron.
El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento;otros, sesenta;otros, treinta.
El que tenga oídos, que oiga.