La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Lunes, 2020-05-25 lo siguiente:
1 Co 7, 25-35
Salmo Responsorial Sal 148, 1-2. 11-13b. 13c-14
Mc 3, 31-35
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 19, 1-8
Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó la meseta y llegó a Éfeso. Allí
encontró unos discípulos y les preguntó:
—«¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?»
Contestaron:
—«Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo.»
Pablo les volvió a preguntar:
—«Entonces, ¿qué bautismo habéis recibido?»
Respondieron:
—«El bautismo de Juan.»
Pablo les dijo:
—«El bautismo de Juan era signo de conversión, y él decía al pueblo que creyesen
en el que iba a venir después, es decir, en Jesús.»
Al oír esto, se bautizaron en el nombre del Señor Jesús;cuando Pablo les impuso las
manos, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, y se pusieron a hablar en lenguas y a
profetizar. Eran en total unos doce hombres.
Pablo fue a la sinagoga y durante tres meses habló en público del reino de Dios,
tratando de persuadirlos.
Salmo responsorial Sal 67, 2-3. 4-5ac. 6-7ab (R/.: 33a)
R/. Reyes de la tierra, cantad a Dios (o bien: Aleluya).
Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos, huyen de su presencia los que lo
odian;como el humo se disipa, se disipan ellos;como se derrite la cera ante el
fuego, así perecen los impíos ante Dios. R/.
En cambio, los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios, rebosando de
alegría. Cantad a Dios, tocad en su honor, su nombre es el Señor. R/.
Padre de huérfanos, protector de viudas, Dios vive en su santa morada. Dios
prepara casa a los desvalidos, libera a los cautivos y los enriquece. R/.
Aleluya Col 3, 1
Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está
Cristo, sentado a la derecha de Dios.
Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 29-33
En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús:
—«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes
todo y no necesitas que te pregunten;por ello creemos que saliste de Dios.»
Les contestó Jesús:
—«¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que
os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque
está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En
el mundo tendréis luchas;pero tened valor: yo he vencido al mundo.»