La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Martes, 2025-02-25 lo siguiente:
Lectura del libro del Eclesiástico 2, 1-13
Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios, prepárate para las pruebas;
mantén el corazón firme, sé valiente, no te asustes en el momento de la prueba;
pégate a él, no lo abandones, y al final serás enaltecido.
Acepta cuanto te suceda, aguanta enfermedad y pobreza;
porque el oro se acrisola en el fuego, y el hombre que Dios ama, en el horno de la
pobreza.
Confía en Dios, que él te ayudará, espera en él, y te allanará el camino.
Los que teméis al Señor esperad en su misericordia, y no os apartéis para no caer;
los que teméis al Señor confiad en él, que no retendrá vuestro salario hasta mañana;
los que teméis al Señor esperad bienes, gozo perpetuo y salvación.
Fijaos en las generaciones pretéritas: ¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado
?
¿Quién esperó en él y quedó abandonado?
¿Quién gritó a él y no fue escuchado?
Porque el Señor es clemente y misericordioso, perdona el pecado y salva del
peligro.
Salmo responsorial Sal 36, 3-4. 18-19. 27-28. 39-40
V/. Encomienda tu camino al Señor, y él actuará.
R/. Encomienda tu camino al Señor, y él actuará.
V/. Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad; sea el
Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. R/.
V/. El Señor vela por los días de los buenos,
y su herencia durará siempre; no se agostarán en tiempo de sequía, en tiempo de
hambre se saciarán. R/.
V/. Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia y no abandona a sus fieles.
Los inicuos son exterminados, la extirpe de los malvados se extinguirá.
V/. El Señor es quien salva a los justos, él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra, los libra de los malvados y los salva, porque se
acogen a él. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 9, 29-36
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon del monte y atravesaron
Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.
Les decía: El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo
matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará.
Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó: ¿De qué discutíais por el
camino? Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el
más importante.
Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: Quien quiera ser el primero, que sea el
último de todos y el servidor de todos.
Y acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: El que acoge a
un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me
acoge a mí, sino al que me ha enviado.