La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Viernes, 2018-10-19 lo siguiente:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 18-25
Hermanos: El mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición;pero para los que están en vías de salvación - para nosotros- es fuerza de Dios. Dice la Escritura: «Destruiré la sabiduría de los sabios, frustraré la sagacidad de los sagaces.» ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el sofista de nuestros tiempos? ¿No ha convertido Dios en necedad la sabiduría del mundo? Y como, en la sabiduría de Dios, el mundo no lo conoció por el camino de la sabiduría, quiso Dios valerse de la necedad de la predicación, para salvar a los creyentes. Porque los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría;pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles;pero para los llamados -judíos o griegos-, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hambres;y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Salmo responsorial Sal 116, 1. 2 (R.: Mc 16, 15)
R. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio. (O bien: Aleluya)
Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo, todos los pueblos. R.
Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. R.
Mt 16, 24-27
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 11-14
Hermanos: Con Cristo hemos heredado también nosotros, los israelitas.
A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad.
Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.
Y también vosotros ─que habéis escuchado la Verdad, la extraordinaria noticia de
que habéis sido salvados, y habéis creído─ habéis sido marcados por Cristo con el
Espíritu Santo prometido;el cual ─mientras llega la redención completa del
pueblo, propiedad de Dios─ es prenda de nuestra herencia, para alabanza de su
gloria.
Salmo responsorial Sal 32. 1-2. 4-5. 12-13
V/. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
R/. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
V/. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos;dad gracias
al Señor con la citara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.
La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales;él ama la
justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. R/.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como
heredad.
El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 1-7
En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros.
Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: Cuidado con la
levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía.
Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a
saberse.
Por eso, lo que digáis de noche, se repetirá a pleno día, y lo que digáis al oído en el
sótano, se pregonará desde la azotea.
A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero
no pueden hacer más.
Os voy a decir a quién tenéis que temer: temed al que tiene poder para matar y
después echar en el fuego.
A ése tenéis que temer, os lo digo yo.
¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos ? Pues ni de uno solo se olvida Dios.
Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados.
Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones.