La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2017-10-01 lo siguiente:
Lectura del libro de Isaías 66, 10-14c
Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis, alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis luto. Mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos, y apuraréis las delicias de sus ubres abundantes. Porque así dice el Señor: «Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán;como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo, y en Jerusalén seréis consolados. Al verlo, se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos florecerán como un prado;la mano del Señor se manifestará a sus siervos.»
Salmo responsorial Sal 130, 1. 2. 3
R. Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros;no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R.
Sino que acallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre. R.
Espere Israel en el Señor ahora y por siempre. R.
Aleluya Cf. Mt 11, 25
Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has revelado los secretos del
reino a la gente sencilla.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 1-4
En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: -«¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?» Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: -«Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos.»
Lectura del Profeta Ezequiel 18, 25-28
Esto dice el Señor:
Comentáis: no es justo el proceder del Señor.
Escuchad, casa de Israel: ¿es injusto mi proceder?;¿o no es vuestro proceder el que es
injusto?
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la
maldad que cometió.
Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo, y practica el derecho y la
justicia, él mismo salva su vida.
Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá.
Salmo responsorial Sal 24, 4bc-5. 6-7. 8-9
V/. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna.
R/. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna.
V/. Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas, haz que camine con
lealtad;enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador, y todo el día te estoy esperando.
R/. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna.
V/. Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas;no te acuerdes de
los pecados ni de las maldades de mi juventud;acuérdate de mí con misericordia, por tu
bondad, Señor.
R/. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna.
V/. El Señor es bueno y es recto y enseña el camino a los pecadores;hace caminar a los
humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes.
R/. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna.
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 2, 1-11
Hermanos:
Si queréis darme el consuelo de Cristo
y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas
compasivas, dadme esta gran alegría:
manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir.
No obréis por envidia ni por ostentación, dejaos guiar por la humildad y considerad
siempre superiores a los demás.
No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás.
Tened entre vosotros los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús.
[El, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno
de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la
muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre», de
modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble —en el Cielo, en la Tierra, en el
Abismo— y toda lengua proclame: «¡Jesucristo es Señor!» para gloria de Dios Padre.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 21, 28-32
En aquel tiempo dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
—¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: «Hijo, ve
hoy a trabajar en la viña.»
El le contestó:
— «No quiero.» Pero después se arrepintió y fue.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo.
El le contestó:
— «Voy, señor.» Pero no fue.
¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?
Contestaron:
—El primero.
Jesús les dijo:
—Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino
del Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no
le creísteis;en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y aun después de ver esto
vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis.