La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2020-08-08 lo siguiente:
1 Co 2, 1-10a
Salmo Responsorial Sal 95, 1-2a. 2b-3. 7-8a. 10
Lc 9, 57-62
Lectura del Profeta Habacuc 1, 12-2, 4
¿No eres tú, Señor, desde antiguo mi santo Dios que no muere ? ¿Has destinado al
pueblo de los caldeos para castigo;oh Roca, le encomendaste la sentencia? Tus
ojos son demasiado puros para mirar el mal, no puedes contemplar la opresión.
¿Por qué contemplas en silencio a los bandidos, cuando el malvado devora al
inocente ? Tú hiciste a los hombres como peces del mar, como reptiles sin jefe: los
saca a todos con el anzuelo, los apresa en la red, los reúne en la cesta y después
ríe de gozo;ofrece sacrificios al anzuelo, incienso a la red, porque en ellos cogió
rica presa, comida abundante.
¿Seguirá vaciando sus redes? ¿matando pueblos sin compasión ? Me pondré de
centinela, en pie vigilaré;velaré para escuchar lo que me dice, qué responde a
mis quejas.
El Señor me respondió así: Escribe la visión, grábala en tablillas, de modo que se lea
de corrido.
La visión espera su momento, se acercará su término y no fallará;si tarda, espera,
porque ha de llegar sin retrasarse.
El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe.
Salmo responsorial Sal 9, 8-9. 10-11. 12-13.
V/. No abandonas, Señor, a los que te buscan.
R/. No abandonas, Señor, a los que te buscan.
V/. Dios está sentado por siempre en el trono que ha colocado para juzgar.
El juzgará el orbe con justicia y regirá las naciones con rectitud. R/.
V/. El será refugio del oprimido, su refugio en los momentos de peligro.
Confiarán en ti los que conocen tu nombre, porque no abandonas a los que te
buscan. R/.
Tañed en honor del Señor, que reside en Sión, narrad sus hazañas a los
pueblos;él venga la sangre, él recuerda y no olvida los gritos de los humildes.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 17, 14-19
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un hombre, que le dijo de rodillas: Señor, ten
compasión de mi hijo que tiene epilepsia y le dan ataques: muchas veces se cae
en el fuego o en el agua.
Se lo he traído a tus discípulos, y no han sido capaces de curarlo.
Jesús contestó: ¡Gente sin fe y perversa! ¿Hasta cuándo os tendré que soportar?
Traédmelo.
Jesús increpó al demonio, y salió;en aquel momento se curó el niño.
Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte: ¿Y por qué no pudimos
echarlo nosotros? Les contestó: Por vuestra poca fe.
Os aseguro que, si fuera vuestra fe como un grano de mostaza, le diríais a aquella
montaña que viniera aquí, y vendría.
Nada os sería imposible.