La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2023-10-07 lo siguiente:
Hch 1, 12-14
Salmo Responsorial Lc 1, 46-47. 48-49. 50-51. 52-53. 54-55
Aleluya Lc 1, 28
Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú eres entre las
mujeres.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: -«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: -«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: -«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: -«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: -«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel.
Lectura del Profeta Baruc 4, 5-12. 27-29
¡Animo, pueblo mío, que llevas el nombre de Israel! Os vendieron a los gentiles, no
para ser aniquilados; por la cólera de Dios contra vosotros, os entregaron a
vuestros enemigos.
Porque irritasteis a vuestro Creador, sacrificando a demonios que no son dios; os
olvidasteis del Señor eterno que os había criado y afligisteis a Jerusalén que os
sustentó.
Cuando ella vio que el castigo de Dios se avecinaba dijo: Escuchad, habitantes de
Sión, Dios me ha enviado una pena terrible: El Eterno mandó cautivos a mis hijos
e hijas; yo los crié con alegría, los despedí con lágrimas de pena.
Que nadie se alegre viendo a esta viuda abandonada de todos.
Si estoy desierta, es por los pecados de mis hijos que se apartan de la ley de Dios.
¡Animo, hijos, gritad a Dios ! que el que os castigó se acordará de vosotros.
Si un día os empeñasteis en alejaros de Dios, volveos a buscarlo con redoblado
empeño.
El que os mandó las desgracias, os mandará el gozo eterno de vuestra salvación.
Salmo responsorial Sal 68, 33-35. 36-37
V/. El Señor escucha a los pobres.
R/. El Señor escucha a los pobres.
V/. Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a los pobres, no desprecia a los cautivos.
Alábenlo el cielo y la tierra, las aguas y cuanto bulle en ellas.
V/. El Señor salvará a Sión, reconstruirá las ciudades de Judá, y las habitarán en
posesión.
La estirpe de sus siervos la heredará, los que aman su nombre vivirán en el1a. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 10, 17-24
En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús: Señor,
hasta los demonios se nos someten en tu nombre.
El les contestó: Veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército
del enemigo. Y no os hará daño alguno.
Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres
porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.
En aquel momento, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó: Te doy gracias,
Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios
y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencil1a.
Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni
quién es el Padre, sino el Hijo, y aquél a quien el Hijo se lo quiere revelar.
Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: ¡Dichosos los ojos que ven lo que
vosotros veis ! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que
veis vosotros y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.