La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Jueves, 2024-06-06 lo siguiente:
Ez 34, 11-16
Salmo Responsorial Sal 22, 1-3. 4. 5. 6
Lc 14, 25-33
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 2, 8-15
Querido hermano: Haz memoria de Jesucristo el Señor, resucitado de entre los
muertos, nacido del linaje de David.
Este ha sido mi Evangelio, por el que sufro hasta llevar cadenas, como un
malhechor.
Pero la Palabra de Dios no está encadenada.
Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la
salvación, lograda por Cristo Jesús, con la gloria eterna.
Es doctrina segura: Si morimos con él, viviremos con él.
Si perseveramos, reinaremos con él.
Si lo negamos, también él nos negará.
Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo.
Sígueles recordando todo esto, avisándoles seriamente en nombre de Dios que no
disputen sobre palabras; no sirve para nada y es catastrófico para los oyentes.
Esfuérzate por presentarte ante Dios y merecer su aprobación como un obrero
irreprensible que predica la verdad sin desviaciones.
Salmo responsorial Sal 24, 4bc-5ab. 8-9. 10 y 14.
V/. Señor, enséñame tus caminos.
R/. Señor, enséñame tus caminos.
V/. Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas, haz que camine con
lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.
V/. El Señor es bueno y recto y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a
los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R/.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su
alianza y sus mandatos.
El Señor se confía con sus fieles y les da a conocer su alianza. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 28b-34
En aquel tiempo, un letrado se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Qué mandamiento es
el primero de todos? Respondió Jesús: El primero es: «Escucha, Israel, el Señor
nuestro Dios es el único Señor: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con
toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser».
El segundo es éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
No hay mandamiento mayor que éstos.
El letrado replicó: Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es
uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el
entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más
que todos los holocaustos y sacrificios.
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: No estás lejos del Reino
de Dios. Y nadie se abrevió a hacerle más preguntas.