La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Lunes, 2020-07-06 lo siguiente:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 6, 13c-15a. 17-20
Hermanos: El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor;y el Señor, para el cuerpo. Dios, con su poder, resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? El que se une al Señor es un espíritu con él. Huid de la fornicación. Cualquier pecado que cometa el hombre queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica peca en su propio cuerpo. ¿O es que no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios. No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!
Salmo responsorial Sal 30, 3cd-4. 6 y 8ab. 16bc-17 (R.: 6a)
R. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi
baluarte;por tu nombre dirígeme y guíame. R.
A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás.
Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. Te has fijado en mi aflicción. R.
Líbrame de los enemigos que me persiguen;haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia. R.
Jn 12, 24-26
Lectura del Profeta Oseas 2, 14. 15-16. 19-20
Esto dice el Señor: Yo la cortejaré, me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón.
Y me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué
de Egipto.
Aquel día oráculo del Señor me llamará «Esposo mío» , no me llamará «Ídolo mío».
Me casaré contigo en matrimonio perpetuo;me casaré contigo en derecho y justicia.
en misericordia y compasión;me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del
Señor.
Salmo responsorial Sal 144, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
V/. El Señor es clemente y misericordioso.
R/. El Señor es clemente y misericordioso.
V/. Día tras día te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor y merece toda alabanza, es incalculable su grandeza.
V/. Una generación pondera tus obras a la otra;y le cuenta tus hazañas;alaban
ellos la gloria de tu majestad, y yo repito tus maravillas. R/.
Encarecen ellos tus temibles proezas, y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad, y aclaman tus victorias. R/.
V/. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad;el
Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 9, 18-26
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló
ante él y le dijo: Mi hija acaba de morir.
Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá.
Jesús lo siguió con sus discípulos.
Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó
por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que con sólo tocarle el manto
se curaría.
Jesús se volvió, y al verla le dijo: ¡Animo, hija! Tu fe te ha curado.
Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente,
dijo: ¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida. Se reían de él.
Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se puso en
pie.
La noticia se divulgó por toda aquella comarca.