La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Lunes, 2023-12-04 lo siguiente:
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1, 13-14; 2, 1-3
Querido hermano: Ten delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas y vive con fe y amor en Cristo Jesús. Guarda este precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros. Por lo tanto, hijo mío, saca fuerzas de la gracia de Cristo Jesús, y lo que me oíste a mí, garantizado por muchos testigos, confíalo a hombres fieles, capaces, a su vez, de enseñar a otros. Toma parte en las penalidades, como buen soldado de Cristo Jesús.
Salmo responsorial Sal 18, 8. 9. 10. 11 (R.: Jn 6, 63c)
R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e
instruye al ignorante. R.
Los mandamientos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es
límpida y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R.
M$ preciosos que el oro, mis que el oro fino; mas dulces que la miel de un panal que
destila. R.
Mt 25, 14-30
Lectura del libro de Isaías 2, 1-5
Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén:
Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor, en la cima de los
montes, encumbrado sobre las montañas.
Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos.
Dirán:
«Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de
Jacob:
él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión
saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor.»
Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas
forjarán arados, de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán
para la guerra.
Casa de Jacob, ven, caminemos a la luz del Señor.
Salmo responsorial Sal 121, 1-2. 4-5. 6-7. 8-9 (R/.: cf. 1)
R/. Vamos alegres a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.» R/.
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien. R/.
Aleluya
cf. Sal 79, 4
Ven a librarnos, Señor, Dios nuestro,
que brille tu rostro y nos salve.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 8, 5-11
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó
rogándole:
—«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho.»
Jesús le contestó:
—«Voy yo a curarlo.»
Pero el centurión le replicó:
—«Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de
palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo
soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi
criado: "Haz esto", y lo hace.»
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
—«Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que
vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en
el reino de los cielos.»