La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Martes, 2020-06-30 lo siguiente:
Is 61, 9-11
Hermanos: Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica? ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo, que murió, más aún, resucito y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros? ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿La aflicción?, ¿La angustia?, ¿La persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?, como dice la Escritura: «Por tu causa nos degüellan cada día, nos tratan como a ovejas de matanza.» Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Salmo Responsorial 1 S 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd
R. Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros. R.
Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello;nos habrían
llegado hasta el cuello las aguas espumantes. R.
La trampa se rompió, y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que
hizo el cielo y la tierra. R.
Aleluya Cf. Lc 2, 19
Dichosa es la Virgen María, que conservaba la palabra de Dios, meditándola en su
corazón.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41-51
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron;pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos;al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas;todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: -«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.» Él les contestó: -«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Lectura del Profeta Amós 3, 1-8;4, 11-12
Escuchad esta palabra que dice el Señor, hijos de Israel, a todas las familias que
saqué de Egipto.
A vosotros solos os escogí, entre todas las familias de la tierra;por eso os tomaré
cuentas por vuestros pecados.
¿Caminan juntos dos que no se conocen? ¿Ruge el león en la espesura sin tener
presa?
¿Alza su voz el cachorro en la guarida sin haber cazado ? ¿Cae el pájaro por tierra
si no hay una trampa? ¿Se alza del suelo el lazo sin haber hecho presa ? ¿Suena la
trompeta en la ciudad sin que el pueblo se alarme? ¿Sucede en la ciudad una
desgracia que no la mande el Señor? Que no hará cosa el Señor sin revelar su
plan a sus siervos los profetas.
Ruge el león, ¿quién no teme? Habla el Señor, ¿quién no profetiza? Os envié una
catástrofe como la de Sodoma y Gomorra, y fuisteis como tizón salvado del
incendio, pero no os convertisteis a mí oráculo del Señor.
Por eso así te voy a tratar, Israel, y porque así te voy a tratar, prepárate a encararte
con tu Dios.
Salmo responsorial Sal 5, 5-6. 7. 8.
V/. Señor, guíame con tu justicia.
R/. Señor, guíame con tu justicia.
V/. Tú no eres un Dios que ame la maldad, ni el malvado es tu huésped, ni el
arrogante se mantiene en tu presencia. R/.
V/. Detestas a los malhechores, destruyes a los mentirosos;al hombre sanguinario
y traicionero lo aborrece el Señor. R/.
V/. Pero yo, por tu gran bondad, entraré en tu casa, me postraré ante tu templo
santo con toda reverencia. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 8, 23-27
En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
De pronto se levantó un temporal tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas;
él dormía.
Se acercaron los discípulos y lo despertaron gritándole: ¡Señor, sálvanos, que nos
hundimos! El les dijo: ¡Cobardes ! ¡Qué poca fe ! Se puso en pie, increpó a los
vientos y al lago, y vino una gran calma.
Ellos se preguntaban admirados: ¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le
obedecen!