La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2020-06-28 lo siguiente:
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 22b-26
Querido hermano: Esmérate en la justicia y en la fe, en el amor y la paz con los que invocan al Señor con corazón limpio. Niégate a discusiones estúpidas y superficiales, sabiendo que acaban en peleas;y uno que sirve al Señor no debe pelearse, sino ser amable con todos;debe ser hábil para enseñar, sufrido, suave para corregir a los contradictores;puede que Dios les conceda convertirse y comprender la verdad;entonces recapacitarán y se zafarán del lazo del diablo que los tiene ahora cogidos y sumisos a su voluntad.
Salmo responsorial Sal 36, 3-4. 5-6. 30-31 (R.: 30a)
R. La boca del justo expone la sabiduría.
Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad;sea el Señor tu
delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. R.
Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará: hará tu justicia como el
amanecer, tu derecho como el mediodía. R.
La boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho;porque lleva en
el corazón la ley de su Dios, y sus pasos no vacilan. R.
Jn 17, 20-26
Lectura del segundo Libro de los Reyes 4, 8-11. 14-16a
Un día pasaba Eliseo por Sunem y una mujer rica lo invitó con insistencia a comer. Y
siempre que pasaba por allí iba a comer a su casa. Ella dijo a su marido:
—Me consta que ese hombre de Dios es un santo;con frecuencia pasa por nuestra casa.
Vamos a prepararle una habitación pequeña, cerrada, en el piso superior;le ponemos allí
una cama, una mesa, una silla y un candil y así cuando venga a visitarnos se quedará aquí.
Un día llegó allí, entró en la habitación y se acostó.
Dijo a su criado Guiezi:
—¿Qué podemos hacer por ella?
Contestó Guiezi:
—No tiene hijos y su marido ya es viejo.
El le dijo:
—Llama a la Sunamita.
La llamó y ella se presentó a él.
Eliseo dijo:
—El año que viene, por estas mismas fechas abrazarás a un hijo.
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 16-17. 18-19
V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas
las edades.
Porque dije: «tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu
fidelidad.»
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminaré, oh Señor, a la luz de tu rostro;tu
nombre es su gozo cada día, tu justicia es su orgullo.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
V/. Porque tú eres su honor y su fuerza, y con tu favor realzas nuestro poder. Porque
el Señor es nuestro escudo, y el santo de Israel, nuestro rey.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 6, 3-4. 8-11
Hermanos:
Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte.
Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue
despertado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en
una vida nueva.
Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él, pues
sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más;la muerte
ya no tiene dominio sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para
siempre, y su vivir es un vivir para Dios.
Lo mismo vosotros consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús,
Señor Nuestro.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 10, 37-42
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
—El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es
digno de mí;y el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no
es digno de mí;y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno
de mí.
El que encuentre su vida, la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha
enviado.
El que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá paga de profeta;y el que recibe a
un justo porque es justo, tendrá paga de justo.
El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca a uno de estos
pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os lo aseguro.