La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2018-04-28 lo siguiente:
1 Co 1, 18-25
Salmo Responsorial Sal 116, 1. 2
Mc 1, 14-20
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 44-52
El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el
gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras
de Pablo.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones:
—«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios;pero como la
rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a
los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para
que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra."»
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor;y los
que estaban destinados a la vida eterna creyeron.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron
a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron
una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio.
Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a
Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.
Salmo responsorial Sal 97, 1-2ab. 2cd-3ab. 3cd-4 (R/.: 3cd)
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios (o bien: Aleluya).
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha
dado la victoria, su santo brazo. R/.
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.
Aleluya Jn 8, 31b-32
Si os mantenéis en mi palabra,
seréis de verdad discípulos míos y conoceréis la verdad
—dice el Señor—.
Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 7-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo
habéis visto.»
Felipe le dice:
—«Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
Jesús le replica:
—«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto
a mi ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo
estoy en el Padre, y el Padre en mi? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta
propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras. creedme: yo estoy en el
Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí,
también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre;
y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo.
Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.»