La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2025-09-27 lo siguiente:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 26-31
Fijaos en vuestra asamblea, hermanos, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder. Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor. Por él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, Justicia, santificación y redención. Y así -como dice la Escritura- «el que se gloríe, que se gloríe en el Señor.»
Salmo responsorial Sal 111, 1-2. 3-4. 5-7a. 7b-8. 9 (R.: 1a)
R. Dichoso quien teme al Señor. (O bien: Aleluya.)
Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su linaje será
poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita. R.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. R.
Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos. El justo
jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo; no temerá las malas noticias. R.
Su corazón está firme en el Señor. Su corazón está seguro, sin temor, hasta que vea
derrotados a sus enemigos. R.
Reparte limosna a los pobres; su caridad es constante, sin falta, y alzará la frente con
dignidad. R.
Mt 9, 35-38
Lectura del Profeta Zacarías 2, 15.10-11a
Alcé los ojos y vi un hombre con un cordel de medir.
Pregunté: ¿A dónde vas? El me contestó: A medir a Jerusalén, para comprobar su
anchura y longitud.
Entonces salió el ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le vino al encuentro,
diciendo: Corre y di a aquel joven: Jerusalén será ciudad abierta, por la multitud
de hombres y ganados que hay dentro de ella; yo seré para ella —oráculo del
Señor— una muralla de fuego en torno, y gloria dentro de el1a.
¡Alégrate y goza, hija de Sión! , que yo vengo a habitar dentro de ti —oráculo del
Señor—.
Aquel día se unirán al Señor muchos pueblos, y serán pueblo mío, y habitaré en
medio de ti.
Salmo responsorial Jr 31, 10. 11-12ab. 13.
V/. El Señor nos guardará, como pastor a su rebaño.
R/. El Señor nos guardará, como pastor a su rebaño.
V/. Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, anunciadla en las islas remotas: «El
que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como pastor a su rebaño». R/.
V/. Porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte. Vendrán
con aclamaciones a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor. R/.
V/. Entonces se alegrará la doncella en la danza, gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 44b-45
En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus
discípulos: Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del Hombre lo van a entregar en
manos de los hombres.
Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no cogían el
sentido.
Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.