La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Lunes, 2021-07-26 lo siguiente:
Lectura del libro del Eclesiástico 44, 1. 10-15
Hagamos el elogio de los hombres de bien, de la serie de nuestros antepasados. Fueron hombres de bien, su esperanza no se acabó;sus bienes perduran en su descendencia, su heredad pasa de hijos a nietos. Sus hijos siguen fieles a la alianza, y también sus nietos, gracias a ellos. Su recuerdo dura por siempre, su caridad no se olvidará. Sepultados sus cuerpos en paz, vive su fama por generaciones;el pueblo cuenta su sabiduría, la asamblea pregona su alabanza.
Salmo responsorial Sal 131, 11. 13-14. 17-18 (R.: cf. Lc 1, 32a)
R. El Señor Dios le ha dado el trono de David, su padre.
El Señor ha jurado a David una promesa que no retractará: «A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.» R.
Porque el Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre, aquí viviré, porque la deseo.» R.
«Haré germinar el vigor de David, enciendo una lámpara para mi Ungido. A sus
enemigos los vestiré de ignominia, sobre él brillará mi diadema.» R.
Aleluya Cf. Lc 2, 25c
Aguardaban el consuelo de Israel. y el Espíritu Santo moraba en ellos.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 16-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.»
Lectura del libro del Éxodo 32, 15-24. 30-34
En aquellos días, Moisés se volvió y bajó del monte con las dos tablas de la alianza
en la mano. Las tablas estaban escritas por ambos lados;eran hechura de Dios y
la escritura era escritura de Dios grabada en las tablas.
Al oír Josué el griterío del pueblo dijo a Moisés: Se oyen gritos de guerra en el
campamento.
Contestó él: «No es grito de victoria, no es grito de derrota, que son cantos lo que
oigo».
Al acercarse al campamento y ver el becerro y las danzas, Moisés, enfurecido, tiró
las tablas y las rompió al pie del monte.
Después agarró el becerro que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta hacerlo
polvo, que echó en agua, haciéndoselo beber a los israelitas.
Moisés dijo a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo para que nos acarreases tan
enorme pecado? Contestó Aarón: No se irrite mi señor.
Sabes que este pueblo es perverso.
Me dijeron: haznos un Dios que vaya delante de nosotros, pues a ese Moisés que
nos sacó de Egipto no sabemos qué le ha pasado.
Yo les dije: quien tenga oro que se desprenda de él y me lo dé;yo lo eché al fuego y
salió este becerro.
Al día siguiente Moisés dijo al pueblo: Habéis cometido un pecado gravísimo;pero
ahora subiré al Señor a expiar vuestro pecado.
Volvió, pues, Moisés al Señor y le dijo: Este pueblo ha cometido un pecado
gravísimo haciéndose dioses de oro.
Pero ahora, o perdonas su pecado o me borras del libro de tu registro.
El Señor respondió: Al que haya pecado contra mí lo borraré del libro.
Ahora ve y guía a tu pueblo al sitio que te dije: mi ángel irá delante de ti;y cuando
llegue el día de la cuenta, les pediré cuentas de su pecado.
Salmo responsorial Sal 105, 19-20. 21-22. 23
V/. Dad gracias al Señor porque es bueno.
R/. Dad gracias al Señor porque es bueno.
V/. En Horeb se hicieron un becerro, adoraron un ídolo de fundición;cambiaron
su gloria por la imagen de un toro que come hierba. R/.
Se olvidaron de Dios, su salvador, que había hecho prodigios en Egipto, !
maravillas en el país de Cam, k portentos junto al mar Rojo. R/.
Dios hablaba ya de aniquilarlos si pero Moisés, su elegido, se puso en la
brecha frente a él, para apartar su cólera del exterminio. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 31-35
En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la gente: El Reino de los Cielos
se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta;aunque es la más
pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas;se hace un
arbusto más alto que las hortalizas y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.
Les dijo otra parábola: El Reino de los Cielos se parece a la levadura;una mujer la
amasa con tres medidas de harina y basta para que todo fermente.
Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas, y sin parábolas no les exponía nada.
Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas;
anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo.