La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Viernes, 2024-03-22 lo siguiente:
Lectura del libro de Jeremías 20, 10-13
Ola el cuchicheo de la gente: «Pavor en torno; delatadlo, vamos a delatarlo.» Mis
amigos acechaban mi traspié: «A ver si se deja seducir, y lo abatiremos, lo
cogeremos y nos vengaremos de él.»
Pero el Señor está conmigo, como fuerte soldado; mis enemigos tropezarán y no
podrán conmigo. Se avergonzarán de su fracaso con sonrojo eterno que no se
olvidará.
Señor de los ejércitos, que examinas al justo y sondeas lo intimo del corazón, que yo
vea la venganza que tomas de ellos, porque a ti encomendé mi causa.
Cantad al Señor, alabad al Señor, que libró la vida del pobre de manos de los
impíos.
Salmo responsorial Sal 17, 2-3a. 3bc-4. 5-6. 7 (R/.: 7)
R/. En el peligro invoqué al Señor, y me escucho.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos. P>.
Me cercaban olas mortales, torrentes destructores me aterraban, me envolvían las
redes del abismo, me alcanzaban los lazos de la muerte. R/.
En el peligro invoqué al Señor, grité a mi Dios: desde su templo él escuchó mi voz,
y mi grito llegó a sus oídos. R/.
Versículo antes del evangelio Jn 6, 63b. 68b
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida; tú tienes palabras de vida eterna.
Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 31-42
En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
Él les replicó:
—«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de
ellas me apedreáis?»
Los judíos le contestaron:
—«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú,
siendo un hombre, te haces Dios.»
Jesús les replicó:
—«¿No está escrito en vuestra ley: "Yo os digo: Sois dioses"? Si la Escritura llama
dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a
quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque
dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las
hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis
que el Padre está en mí, y yo en el Padre.»
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de
nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes habla bautizado Juan, y se
quedó allí. Muchos acudieron a él y decían:
—«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad.»
Y muchos creyeron en él allí.