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MISA VIGÉSIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 2021

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La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2021-08-22 lo siguiente:

  • Santa María Virgen, Reina, Memoria 2021:

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Un hijo se nos ha dado

    Lectura del libro de Isaías 9, 1-3. 5-6

    El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande;habitaban tierra de sombras, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo;se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín. Porque la vara del opresor, y el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva a hombros el principado, y es su nombre: «Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz.» Para dilatar el principado, con una paz sin límites, sobre el trono de David y sobre su reino. Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre. El celo del Señor de los ejércitos lo realizará.

    SALMO RESPONSORIAL

    SALMO RESPONSORIAL Sal 112, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8 (R.: 2)

    R. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
    O bien:

    Aclamación del Evangelio

    Aleluya Lc 1, 28

    Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del
    Señor, ahora y por siempre. R.
    De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se
    eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. R.
    ¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar
    al cielo y a la tierra? R.
    Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los
    príncipes, los príncipes de su pueblo. R.
    Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo;bendita tú eres entre las
    mujeres.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo

    Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38

    En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David;la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: -«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo .» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: -«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: -«¿Como será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: -«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra;por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: -«Aquí está la esclava del Señor;hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel.

    Notas

  • VIGÉSIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 2021:

    Tiempo Ordinario.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!

    Lectura del libro de Josué 24, 1-2a. 15-17. 18b

    En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén. Convocó a los
    ancianos de Israel, a los cabezas de familia, jueces y alguaciles, y se presentaron
    ante el Señor. Josué habló al pueblo:
    —«Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir: a los
    dioses que sirvieron vuestros antepasados al este del Éufrates o a los dioses de los
    amorreos en cuyo país habitáis;yo y mi casa serviremos al Señor.»
    El pueblo respondió:
    —«¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros! El
    Señor es nuestro Dios;él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la esclavitud de
    Egipto;él hizo a nuestra vista grandes signos, nos protegió en el camino que
    recorrimos y entre todos los pueblos por donde cruzamos. También nosotros
    serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!»

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 33, 2-3. 16-17. 18-19. 20-21. 22-23 (R/.: 9a)

    R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
    Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca;mi
    alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
    Los ojos del Señor miran a los justos, sus oídos escuchan sus gritos;pero el
    Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria.
    Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias;el Señor está
    cerca de los atribulados, salva a los abatidos. R/.
    Aunque el justo sufra muchos males, de todos lo libra el Señor;él cuida de todos
    sus huesos, y ni uno solo se quebrará. R/.
    La maldad da muerte al malvado, y los que odian al justo serán castigados. El
    Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él. R/.

    SEGUNDA LECTURA DE LA MISA

    Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia

    Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 5, 21-32

    Hermanos:
    Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano.
    Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor;porque el marido es
    cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia;él, que es el salvador del
    cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus
    maridos en todo.
    Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia.
    Él se entregó a sl mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del
    agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga
    ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a
    sus mujeres, como cuerpos suyos que son.
    Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia
    carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque
    somos miembros de su cuerpo.
    «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y
    serán los dos una sola carne.»
    Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

    Aclamación del Evangelio

    Aleluya Jn 6, 63c. 68c

    Tus palabras, Señor, son espíritu y vida;
    tú tienes palabras de vida eterna.

    EVANGELIO DE LA MISA

    ¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna

    Lectura del santo evangelio segun san Juan 6, 60-69

    En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron:
    —«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
    Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
    —«¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba
    antes? El espítitu es quien da vida;la carne no sirve de nada. Las palabras que os he
    dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no crcen.»
    Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y
    dijo:
    —«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo
    concede.»
    Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir
    con él.
    Entonces Jesús les dijo a los Doce:
    —«¿También vosotros queréis marcharos?»
    Simon Pedro le contestó:
    —«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna;nosotros
    creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z