La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2021-08-21 lo siguiente:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 2b-8
Hermanos: Tuvimos valor -apoyados en nuestro Dios- para predicaros el Evangelio de Dios en medio de fuerte oposición. Nuestra exhortación no procedía de error o de motivos turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha aprobado y nos ha confiado el Evangelio, y así lo predicamos, no para contentar a los hombres, sino a Dios, que aprueba nuestras intenciones. Como bien sabéis, nunca hemos tenido palabras de adulación ni codicia disimulada. Dios es testigo. No pretendimos honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado autoritariamente;por el contrario, os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos. Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 4-5. 21-22. 25 y 27 (R.: cf. 2a)
R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas
las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has
afianzado tu fidelidad.» R.
Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: Te fundaré un linaje
perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades. R.
Encontré a David, mi siervo, y lo he ungido con óleo sagrado;para que mi mano
esté siempre con él y mi brazo lo haga valeroso. R.
Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán, por mi nombre crecerá su poder. Él me
invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» R.
Jn 21, 15-17
Lectura del libro de Rut 2, 1-3. 8-11;4, 13-17.
Noemí tenía, por parte de su marido, un pariente de muy buena posición, llamado
Booz, de la familia de Elimelec.
Rut, la moabita, dijo a Noemí: Déjame ir al campo, a espigar donde me admitan por
caridad.
Noemí le contestó: Anda, hija mía.
Ella marchó y fue a espigar en las tierras, siguiendo a los segadores.
Entonces Booz dijo a Rut: Escucha, hija. No vayas a espigar a otra parte, no te vayas
de aquí ni te alejes de mis criadas.
Fíjate en qué tierra siegan los hombres y sigue a las espigadoras.
Yo he mandado a mis criados que no te molesten.
Cuando tengas sed, vete adonde están los botijos y bebe de lo que saquen los
criados.
Rut se echó por tierra ante él y le dijo: Yo soy una forastera;¿por qué te he caído en
gracia y te has interesado por mí? , Me han contado todo lo que hiciste por tu
suegra después que murió tu marido: que dejaste a tus padres y tu pueblo natal y
has venido a vivir con un pueblo que no conocías.
Así fue cómo Booz se casó con Rut.
Se unió a ella;el Señor hizo que Rut quedara encinta, y dio a luz un hijo.
Las mujeres dijeron a Noemí: Bendito sea el Señor, que te ha dado hoy quien
responda por ti.
El nombre del difunto se pronunciará en Israel.
Y el niño te será un descanso y una ayuda en tu vejez;pues te lo ha dado a luz tu
nuera, la que tanto te quiere, que te vale más que siete hijos.
Noemí tomó al niño, lo puso en su regazo y se encargó de criarlo.
Las vecinas le buscaban un nombre, diciendo: ¡Noemí ha tenido un niño ! , y le
pusieron por nombre Obed.
Fue el padre de Jesé, padre de David.
Salmo responsorial Sal 127, 1-2. 3. 4. 5.
V/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
R/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
V/. Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu
trabajo, serás dichoso, te irá bien. R/.
V/. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa;tus hijos, como renuevos
de olivo, alrededor de tu mesa. R/.
V/. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
V/. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén,
todos los das de tu vida. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: En la cátedra de
Moisés se han sentado los letrados y los fariseos: haced y cumplid lo que os
digan;pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.
Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros,
pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan
las franjas del manto;les gustan los primeros puestos en los banquetes y los
asientos de honor en las sinagogas;que les hagan reverencias por la calle y que la
gente los llame «maestro».
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro
maestro, y todos vosotros sois hermanos.
Y: no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el
del cielo.
No os dejéis llamar jefes, porque uno solo es vuestro Señor, Cristo.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.