La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Miércoles, 2018-06-20 lo siguiente:
Lectura del segundo libro de los Reyes 2, 1. 6-14
Cuando el Señor iba a arrebatar a Elías al cielo en el torbellino, Elías y Eliseo se
marcharon de Guilgal.
Llegaron a Jericó, y Elías dijo a Eliseo: Quédate aquí, porque el Señor sólo me envía
hasta el Jordán.
Eliseo respondió: ¡Vive Dios ! Por tu vida, no te dejaré. Y los dos siguieron
caminando.
También marcharon cincuenta hombres de la comunidad de profetas y se pararon
frente a ellos, a cierta distancia. Los dos se detuvieron frente al Jordán;Elías cogió
su manto, lo enrolló, golpeó el agua, el agua se dividió por medio, y así pasaron
ambos a pie enjuto.
Mientras pasaban el río, dijo Elías a Eliseo: Pídeme lo que quieras antes de que me
aparte de tu lado.
Eliseo pidió: Déjame en herencia dos tercios de tu espíritu.
Elías comentó: ¡No pides nada! Si logras verme cuando me aparten de tu lado, lo
tendrás;pero si no me ves, no lo tendrás.
Mientras ellos seguían conversando por el camino, los separó un carro de fuego con
caballos de fuego, y Elías subió al cielo en el torbellino. Eliseo lo miraba y gritaba:
¡Padre mío, padre mío, carro y auriga de Israel! Y ya no lo vio más.
Entonces agarró su túnica y la rasgó en dos;luego recogió el manto que se le había
caído a Elías, se volvió y se detuvo a la orilla del Jordán;y, agarrando el manto de
Elías, golpeó el agua, diciendo: ¿Dónde está el Dios de Elías, dónde? Golpeó el
agua, el agua se dividió por medio y Eliseo cruzó.
Salmo responsorial Sal 30, 20. 21. 24.
V/. Sed fuertes y valientes de corazón, los que esperáis en el Señor.
R/. Sed fuertes y valientes de corazón, los que esperáis en el Señor.
V/. Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles y concedes a los que a
ti se acogen a la vista de todos. R/.
V/. En el asilo de tu presencia los escondes de las conjuras humanas;los ocultas
en tu tabernáculo, frente a las lenguas pendencieras. R/.
V/. Amad al Señor, fieles suyos: el Señor guarda a sus leales y paga con creces a
los soberbios. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuidad de no practicar vuestra justicia
delante de los hombres para ser vistos por ellos;de lo contrario no tendréis
recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados
por los hombres;os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace
tu derecha;así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te
lo pagará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las
sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente.
Os aseguro que ya han recibido su paga.
Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que
está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los farsantes que desfiguran su cara
para hacer ver a la gente que ayunan.
Os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu
ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido;y tu Padre,
que ve en lo escondido, te recompensará.