La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2024-01-20 lo siguiente:
1P 3, 14-17
Salmo Responsorial Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
Mt 10, 28-33
Comienzo del segundo libro de Samuel 1, 1-4. 11-12. 19. 23-27
En aquellos días, al volver de su victoria sobre los amalecitas, David se detuvo dos
días en Sicelag.
Al tercer día de la muerte de Saúl, llegó uno del ejército con la ropa hecha jirones y
polvo en la cabeza; cuando llegó, cayó a tierra, postrándose ante David.
David le preguntó: ¿De dónde vienes? Respondió: Me he escapado del campamento
israelita.
David dijo: ¿Qué ha ocurrido? Cuéntame.
El respondió: Pues que la tropa ha huido de la batalla y ha habido muchas bajas
entre la tropa, y muchos muertos, y hasta han muerto Saúl y su hijo Jonatán.
Entonces David agarró sus vestiduras y las rasgó, y sus acompañantes hicieron lo
mismo.
Hicieron duelo, lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl y por su hijo
Jonatán, por el pueblo del Señor, por la casa de Israel, porque habían muerto a
espada.
Y dijo David: «¡Ay, la flor de Israel, herida en tus alturas! Cómo cayeron los
valientes! Saúl y Jonatán, mis amigos queridos: ni vida ni muerte los pudo
separar; más rápidos que águilas, más bravos que leones.
Muchachas de Israel, llorad por Saúl, que os vestía de púrpura y de joyas, que
enjoyaba con oro vuestros vestidos.
¡Cómo cayeron los valientes en medio del combate! ¡Jonatán, herido en tus alturas!
¡Cómo sufro por ti, Jonatán, hermano mío ! ¡Ay, cómo te quería! Tu amor era
para mí más maravilloso que el amor de mujeres.
¡Cómo cayeron los valientes, los rayos de la guerra perecieron! »
Salmo responsorial Sal 79, 2-3. 5-7.
V/. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve.
R/. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve.
Pastor de Israel, escucha, tú que guías a José como a un rebaño; tú que te
sientas sobre querubines, resplandece ante Efraín, Benjamín y Manasés.
Despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
V/. Señor Dios de los Ejércitos, ¿hasta cuándo estarás airado mientras tu pueblo te
suplica? Les diste a comer llanto, a beber lágrimas a tragos; nos entregaste a las
contiendas de nuestros vecinos, nuestros enemigos se burlan de nosotros. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 3, 20-21
En aquel tiempo, volvió Jesús con sus discípulos a casa y se juntó tanta gente, que
no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus
cabales.