La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Lunes, 2024-08-19 lo siguiente:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 14-19
Hermanos: Doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, pidiéndole que, de los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu robusteceros en lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios.
Salmo responsorial Sal 130, 1. 2. 3
R. Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros; no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R.
Sino que acallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre. R.
Espere Israel en el Señor ahora y por siempre. R.
Mt 11, 25-30
Lectura del Profeta Ezequiel 24, 15-24
Me vino esta palabra del Señor: Hijo de Adán, voy a arrebatarte repentinamente el
encanto de tus ojos; no llores ni hagas duelo ni derrames lágrimas; aflígete en
silencio como un muerto, sin hacer duelo; líate el turbante y cálzate las sandalias;
no te emboces la cara ni comas el pan del duelo.
Por la mañana yo hablaba a la gente, por la tarde se murió mi mujer, y a la mañana
siguiente hice lo que se me había mandado.
Entonces me dijo la gente: ¿quieres explicarnos qué nos anuncia lo que estás
haciendo ? Les respondí: Me vino esta palabra del Señor: Dile a la Casa de Israel:
Esto dice el Señor: Mira, voy a profanar mi santuario, vuestro soberbio baluarte,
el encanto de vuestros ojos, el tesoro de vuestras almas.
Los hijos e hijas que dejasteis caerán a espada.
Entonces haréis lo que yo he hecho: no os embozaréis la cara ni comeréis el pan del
duelo; seguiréis con el turbante en la cabeza y las sandalias en los pies, no
lloraréis ni haréis luto; os consumiréis por vuestra culpa y os lamentaréis unos
con otros.
Ezequiel os servirá de señal: haréis lo mismo que él ha hecho.
Y, cuando suceda, sabréis que yo soy el Señor.
Salmo responsorial Dt 32, 18-19. 20. 21
V/. ¡Despreciaste a la Roca que te engendró!
R/. ¡Despreciaste a la Roca que te engendró!
V/. ¡Despreciaste a la Roca que te engendró y olvidaste al Dios que te dio a luz!
Lo vio el Señor e, irritado, rechazó a sus hijos e hijas. R/.
V/. Pensando: «Les esconderé mi rostro y veré en qué acaban, porque son una
generación depravada, unos hijos desleales. R/.
Ellos me han dado celos con un dios ilusorio, me han irritado con ídolos
vacíos: pues yo les daré celos con un pueblo ilusorio, los irritaré con una nación
fatua». R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 19, 16-22
En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: Maestro, ¿qué tengo que hacer
de bueno, para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Por qué me preguntas
qué es bueno? Uno solo es Bueno.
Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
El le preguntó: ¿Cuáles ? Jesús le contestó: «No matarás, no cometerás adulterio, no
robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu
prójimo como a ti mismo».
El muchacho le dijo: Todo eso lo he cumplido.
¿Qué me falta? Jesús le contestó: Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes,
da el dinero a los pobres así tendrás un tesoro en el cielo y luego vente conmigo.
Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.