La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2025-05-18 lo siguiente:
Ap 3, 14b. 20-22
Salmo Responsorial Sal 22, 1-3. 4. 5. 6
Lc 22, 24-30
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 14, 21b-27
En aquellos días, Pablo y Bernabé volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía,
animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que
hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios.
En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al
Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron
en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, de donde los habían
enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir.
Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de
ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
Salmo responsorial Sal 144, 8-9. 10-11. 12-13ab (R.: cf. 1)
R. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey. (O bien: Aleluya.)
El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es
bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que
proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R.
Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu
reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad. R.
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 1-5a
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera
tierra han pasado, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén,
que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna
para su esposo. Y escuché una voz potente que decía desde el trono: —«Ésta es la
morada de Dios con los hombres: acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo, y
Dios estará con ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá
muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.» Y el que
estaba sentado en el trono dijo: —«Todo lo hago nuevo.»
Aleluya Jn 13, 34
Os doy un mandamiento nuevo —dice el Señor—: que os améis unos a otros, como
yo os he amado.
Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 31-33a. 34-35
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
—«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es
glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará.
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado,
amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois
discípulos míos será que os amáis unos a otros.»