La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2020-05-17 lo siguiente:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 26-31
Fijaos en vuestra asamblea, hermanos, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas;todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder. Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor. Por él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención. Y así -como dice la Escritura- «el que se gloríe, que se gloríe en el Señor.»
SALMO RESPONSORIAL Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: 2a)
R. Su gozo es la ley del Señor.
Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se
marchitan sus hojas;y cuanto emprende tiene buen fin. R.
No así los impíos, no así;serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege
el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R.
Mt 11, 25-30
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaría y predicaba allí a Cristo. El gentío
escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que
hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando
gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.
Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había
recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan;ellos bajaron hasta allí y oraron por
los fieles, para que recibieran el Espíritu Santo;aún no había bajado sobre ninguno,
estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y
recibían el Espíritu Santo.
Salmo responsorial Sal 65, 1-3a. 4-5. 6-7a. 16 y 20
V/. Aclamad al Señor, tierra entera. (o, Aleluya ).
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «Qué temibles son tus obras.»
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río.
Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
V/. Fieles de Dios, venid a escuchar;
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios que no rechazó mi súplica.
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 3, 15-18
Hermanos:
Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar
razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere;pero con mansedumbre y respeto y
en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois calumniados queden
confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo;que mejor es padecer
haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal.
Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para
llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu.
Aleluya Jn 14, 23
(Si no se canta, puede omitirse)
Aleluya, aleluya.
Si alguno me ama guardará mi palabra
—dice el Señor—, y mi Padre lo amará y vendremos a él.
Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 15-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro
Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede
recibirlo porque no lo ve ni lo conoce;vosotros, en cambio, lo conocéis porque vive con
vosotros y está con vosotros.
No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero
vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con
mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los
guarda, ese me ama;al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me
revelaré a él.