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MISA MIÉRCOLES DE LA VIGÉSIMA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2022

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La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Miércoles, 2022-08-17 lo siguiente:

  • MIÉRCOLES DE LA VIGÉSIMA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2022:

    Tiempo Ordinario.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Libraré a mis ovejas de sus fauces, para que no sean su manjar

    Lectura del Profeta Ezequiel 34, 1-11

    En aquellos días, me vino esta palabra del Señor: Hijo de Adán, profetiza contra los
    pastores de Israel, profetiza diciéndoles: ¡Pastores! esto dice el Señor: ¡Ay de los
    pastores de Israel que se apacientan a sí mismos ! ¿No son las ovejas lo que tienen
    que apacentar los pastores ? Os coméis su enjundia, os vestís con su lana;matáis
    las más gordas, y las ovejas no las apacentáis.
    No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas;no
    recogéis las descarriadas, ni buscáis las perdidas, y maltratáis brutalmente a las
    fuertes.
    Al no tener pastor, se desperdigaron y fueron pasto de las fieras del campo.
    Mis ovejas se desperdigaron y vagaron sin rumbo por montes y altos cerros;mis
    ovejas se dispersaron por toda la tierra, sin que nadie las buscase siguiendo su
    rastro.
    Por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor: ¡Lo juro por mi vida! —oráculo del
    Señor—.
    Mis ovejas fueron presa, mis ovejas fueron pasto de las fieras del campo, por falta
    de pastor;pues los pastores no las cuidaban, los pastores se apacentaban a sí
    mismos;por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor: Esto dice el Señor: Me
    voy a enfrentar con los pastores: les reclamaré mis ovejas, los quitaré de pastores
    de mis ovejas.
    para que dejen de apacentarse a sí mismos los pastores;libraré a mis ovejas de sus
    fauces, para que no sean su manjar.
    Así dice el Señor: Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas.
    siguiendo su rastro.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6

    V/. El Señor es mi Pastor, nada me falta.
    R/. El Señor es mi Pastor, nada me falta.
    V/. El Señor es mi Pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar;me
    conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R/.
    V/. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
    Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y
    tu cayado me sosiegan. R/.
    V/. Preparas una mesa ante mí enfrente de mis enemigos;me unges la cabeza con
    perfume, y mi copa rebosa. R/.
    Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y
    habitaré en la casa del Señor por años sin término. R/.

    EVANGELIO DE LA MISA

    ¿Vas a tener tú envidia porque soy yo bueno?

    Lectura del santo Evangelio según San Mateo 20, 1-16

    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos se
    parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña.
    Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
    Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les
    dijo: Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido.
    Ellos fueron.
    Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo.
    Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: ¿Cómo es que estáis aquí
    el día entero sin trabajar? Le respondieron: Nadie nos ha contratado.
    El les dijo: Id también vosotros a mi viña.
    Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: Llama a los jornaleros y págales el
    jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.
    Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.
    Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también
    recibieron un denario cada uno.
    Entonces se pusieron a protestar contra el amo: Estos últimos han trabajado sólo
    una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del
    día y el bochorno.
    El replicó a uno de ellos: Amigo, no te hago ninguna injusticia.
    ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete.
    Quiero darle a este último igual que a ti.
    ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú
    en vida porque yo soy bueno? Así, los últimos serán los primeros y los primeros
    los últimos.

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z