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MISA LUNES DE LA VIGÉSIMA CUARTA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2025

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La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Lunes, 2025-09-15 lo siguiente:

  • Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores, Memoria 2025:

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    El evangelio de esta memoria es propio Aprendió a obedecer y se ha convertido en autor de salvación eterna

    Lectura de la carta a los Hebreos 5, 7-9

    Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 30, 2-3a. 3b-4. 5-6. 15-16. 20 (R.: 17b)

    R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.
    A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tú, que eres justo, ponme a
    salvo, inclina tu oído hacia mí. R.
    Ven aprisa a librarme, sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que
    eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame. R.
    Sácame de la red que me han tendido, porque tú eres mi amparo. A tus manos
    encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. R.
    Pero yo confío en ti, Señor, te digo: «Tú eres mi Dios.» En tu mano están mis azares:
    líbrame de los enemigos que me persiguen. R.
    Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles, y concedes a los que a ti se
    acogen a la vista de todos. R.

    SECUENCIA DE LA MISA

    La Madre piadosa estaba
    junto a la cruz y lloraba
    mientras el Hijo pendía;
    cuya alma, triste y llorosa,
    traspasada y dolorosa,
    fiero cuchillo tenía.
    ¡Oh cuán triste y cuán aflicta
    se vio la Madre bendita,
    de tantos tormentos llena!
    Cuando triste contemplaba
    y dolorosa miraba
    del Hijo amado la pena.
    Y ¿cuál hombre no llorara,
    si a la Madre contemplara
    de Cristo, en tanto dolor?
    ¿Y quién no se entristeciera,
    Madre piadosa, si os viera
    sujeta a tanto rigor?
    Por los pecados del mundo,
    vio a Jesús en tan profundo
    tormento la dulce Madre.
    Vio morir al Hijo amado,
    que rindió desamparado
    el espíritu a su Padre.
    ¡Oh dulce fuente de amor!,
    hazme sentir tu dolor
    para que llore contigo.
    Y que, por mi Cristo amado,
    mi corazón abrasado
    más viva en él que conmigo.
    Y, porque a amarle me anime,
    en mi corazón imprime
    las llagas que tuvo en sí.
    Y de tu Hijo, Señora,
    divide conmigo ahora
    las que padeció por mí.
    Hazme contigo llorar
    y de veras lastimar
    de sus penas mientras vivo;
    porque acompañar deseo
    en la cruz, donde le veo,
    tu corazón compasivo.
    ¡Virgen de vírgenes santas!,
    llore ya con ansias tantas,
    que el llanto dulce me sea;
    porque su pasión y muerte
    tenga en mi alma, de suerte
    que siempre sus penas vea.
    Haz que su cruz me enamore
    y que en ella viva y more
    de mi fe y amor indicio;
    porque me inflame y encienda,
    y contigo me defienda
    en el día del juicio.
    Haz que me ampare la muerte
    de Cristo, cuando en tan fuerte
    trance vida y alma estén;
    porque, cuando quede en calma
    el cuerpo, vaya mi alma
    a su eterna gloria. Amén.

    Aclamación del Evangelio

    Aleluya

    Feliz la Virgen María,
    que, sin morir, mereció la palma del martirio
    junto a la cruz del Señor.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena

    Lectura del santo evangelio según san Juan 19, 25-27

    En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.
    Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:
    -«Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
    Luego, dijo al discípulo:
    -«Ahí tienes a tu madre.»
    Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.
    Palabra del Señor.

    Notas

    • Esta secuencia es potestativa, y puede decirse entera o en forma abreviada, desde las palabras: Y, porque a amarle me anime.
  • LUNES DE LA VIGÉSIMA CUARTA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2025:

    Tiempo Ordinario.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Pedid por todos los hombres a Dios, que quiere que todos se salven

    Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 2, 1-8

    Querido hermano: Te ruego, lo primero de todo, que hagáis oraciones, plegarias,
    súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los
    que están en el mundo, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible,
    con toda piedad y decoro.
    Eso es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos
    los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
    Pues Dios es uno, y uno solo es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre
    Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: éste es el testimonio en el
    tiempo apropiado: para él estoy puesto como anunciador y apóstol digo la
    verdad, no miento, maestro de los paganos en fe y verdad.
    Encargo a los hombres que recen en cualquier lugar alzando las manos limpias de
    ira y divisiones.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 27, 2. 7. 8-9

    V/. Bendito el Señor que escuchó mi voz suplicante.
    R/. Bendito el Señor que escuchó mi voz suplicante.
    Escucha mi voz suplicante cuando te pido auxilio, cuando alzo las manos
    hacia tu santuario. R/.
    V/. El Señor es mi fuerza y mi escudo: en él confía mi corazón, me socorrió, y mi
    corazón se alegra y le canta agradecido. R/.
    V/. El Señor es fuerza para su pueblo, apoyo y salvación para su ungido.
    Salva a tu pueblo y bendice tu heredad, sé su pastor y llévalos siempre. R/.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Ni en Israel he encontrado tanta fe

    Lectura del santo Evangelio según San Lucas 7, 1-10

    En aquel tiempo, cuando terminó Jesús de hablar a la gente, entró en Cafarnaún.
    Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho.
    Al oír hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, para rogarle que fuera a
    curar a su criado.
    Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente: Merece que se lo
    concedas, porque tiene afecto a nuestro pueblo y nos ha construido la sinagoga.
    Jesús se fue con ellos.
    No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle:
    Señor, no te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso
    tampoco me creí digno de venir personalmente.
    Dilo de palabra, y mi criado quedará sano.
    Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a
    uno: «ve, y va; al otro: «ven» , y viene; y a mi criado: «haz esto» , y lo hace.
    Al oír esto, Jesús se admiró de él, y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: Os
    digo que ni en Israel he encontrado tanta fe.
    Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z