La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2018-07-15 lo siguiente:
Ef 3, 14-19
Salmo Responsorial Sal 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14
Mt 23, 8-12
Lectura de la profecía de Amós 7, 12-15
En aquellos días, dijo Amasías, sacerdote de Casa-de-Dios, a Amós:
—«Vidente, vete y refúgiate en tierra de Judá;come allí tu pan y profetiza allí.
No vuelvas a profetizar en Casa-de-Dios, porque es el santuario real, el templo del
país.»
Respondió Amós:
—«No soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos.
El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: "Ve y profeta a mi pueblo de
Israel.”»
Salmo responsorial Sal 84, 9ab-10.11-12. 13-14 (R/.: 8)
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que dice el Señor: «Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus
amigos.» La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará en
nuestra tierra. R/.
La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan;la
fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. R/.
El Señor nos dará lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante
él, la salvación seguirá sus pasos. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que
fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan
generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los
pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con
nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el
momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra.
Aleluya Ef 1, 17-18
El Padre de nuestro Señor Jesucristo
ilumine los ojos de nuestro corazón,
para que comprendamos cuál es la esperanza
a la que nos llama.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 7-13
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos,
dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el
camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja;que
llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió:
—«Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.
Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los
pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con
aceite a muchos enfermos y los curaban.