La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2021-08-15 lo siguiente:
Lectura del primer libro de las Crónicas 15, 3-4. 15-16;16, 1-2
En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar el arca del Señor al lugar que le había preparado. Luego reunió a los hijos de Aarón y a los levitas. Luego los levitas se echaron los varales a los hombros y levantaron en peso el arca de Dios, tal como había mandado Moisés por orden del Señor. David mandó a los jefes de los levitas organizar a los cantores de sus familias, para que entonasen cantos festivos acompañados de instrumentos, arpas, cítaras y platillos. Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión a Dios y, cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor.
Salmo responsorial Sal 44, 10bc. 11-12ab. 16 (R.: 10b)
R. Levántate, Señor, ven a tu mansión, ven con el arca de tu poder.
Oímos que estaba en Efrata, la encontramos en el Soto de Jaar: entremos en su
morada, postrémonos ante el estrado de sus pies. R.
Que tus sacerdotes se vistan de gala, que tus fieles vitoreen. Por amor a tu siervo
David, no niegues audiencia a tu Ungido. R.
Porque el Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella: «Ésta es mi mansión por
siempre, aquí viviré, porque la deseo.» R.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 20-27a
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia;después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo;después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.
Aleluya
María ha sido llevada al cielo, se alegra el ejército de los ángeles.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-56
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá;entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: -«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.» María dijo: -«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.» María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
Lectura del libro de los Proverbios 9, 1-6
La Sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado
el banqucte, mezclado el vino y puesto la mesa;ha despachado a sus criados para
que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: «Los inexpertos que vengan
aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: "Venid a comer de mi pan y a beber el vino
que he mezclado;dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la
prudencia."»
Salmo responsorial Sal 33, 2-3. 10-1 1. 12-13. 14-15 (R/.: 9a)
R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca;mi
alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Todos sus santos, temed al Señor, porque nada les falta a los que le temen;los
ricos empobrecen y pasan hambre, los que buscan al Señor no carecen de
nada. R/.
Venid, hijos, escuchadme: os instruiré en el temor del Señor;¿hay alguien que
ame la vida y desee días de prosperidad? R/.
Guarda tu lengua del mal, tus labios de la falsedad;apártate del mal, obra el
bien, busca la paz y corre tras ella. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 5, 15-20
Hermanos:
Fijaos bien cómo andáis;no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la
ocasión, porque vienen dias malos.
Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere.
No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del
Espíritu.
Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados;cantad y tocad con
toda el alma para el Señor.
Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor
Jesucristo.
Aleluya Jn 6, 56
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él
—Dice el Señor—.
Lectura del santo evangelio segun san Juan 6, 51-58
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
—«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo;el que coma de este pan vivirá
para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»
Disputaban los judíos entre sí:
—«¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo:
—«Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su
sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene
vida eterna, y yo lo resucitaré en el último dia.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre;del mismo modo, el
que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo
comieron y murieron;el que come este pan vivirá para siempre.»