La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2021-08-14 lo siguiente:
Lectura del libro de la Sabiduría 3, 1-9
La vida de los justos está en manos de Dios,
y no los tocará el tormento.
La gente insensata pensaba que morían,
consideraba su tránsito como una desgracia,
y su partida de entre nosotros como una destrucción;
pero ellos están en paz.
La gente pensaba que cumplían una pena,
pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad;
sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes favores,
porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí;
los probó como oro en crisol,
los recibió como sacrificio de holocausto;
a la hora de la cuenta resplandecerán
como chispas que prenden por un cañaveral;
gobernarán naciones, someterán pueblos,
y el Señor reinará sobre ellos eternamente.
Los que confían en él comprenderán la verdad,
los fieles a su amor seguirán a su lado;
porque quiere a sus devotos, se apiada de ellos
y mira por sus elegidos.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Sal 115, 10-11. 12-13. 16-17 (R.: 15a)
R. Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.
Tenía fe, aun cuando dije: «¡Qué desgraciado soy!» Yo decía en mi apuro: «Los
hombres son unos mentirosos.» R.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la
salvación, invocando su nombre. R.
Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis cadenas. Te
ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. R.
Aleluya Jn 12, 15
El que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna.
Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 12-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.»
Lectura del libro de Josué 24, 14-29
En aquellos días, Josué continuó hablando al pueblo: Pues bien: Temed al Señor;
servidle con toda sinceridad;quitad de en medio los dioses a los que sirvieron
vuestros padres al otro lado del río y en Egipto;y servid al Señor.
Y si os resulta duro servir al Señor, elegid hoy a quién queréis servir: a los dioses
que sirvieron vuestros padres al otro lado del río, o a los dioses del los amorreos
en cuyo país habitáis;que yo y mi casa serviremos al Señor.
El pueblo respondió: ¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para ir a servir a otros
dioses! Porque el Señor nuestro Dios es quien nos sacó, a nosotros y a nuestros
padres, de la esclavitud dé Egipto;quien hizo ante nuestros ojos aquellos grandes
prodigios y nos guardó en todo nuestro peregrinar y entre todos los pueblos que
atravesamos.
El Señor expulsó ante nosotros a los pueblos amorreos que habitaban el país.
También nosotros serviremos al Señor;¡es nuestro Dios! Y Josué dijo al pueblo: No
lograréis servir al Señor, porque es un Dios santo, un Dios celoso.
No perdonará vuestros delitos ni vuestros pecados Si abandonáis al Señor y servís a
dioses extranjeros, se volverá contra vosotros y, después de haberos tratado bien,
os maltratará y os aniquilará.
El pueblo le respondió: ¡No! Serviremos al Señor.
Josué insistió: Sois testigos contra vosotros mismos de que habéis elegido servir al
Señor.
Respondieron: ¡Somos testigos! Pues bien, quitad de en medio los dioses extranjeros
que conserváis, y poneos de parte del Señor Dios de Israel.
El pueblo respondió: Serviremos al Señor nuestro Dios y le obedeceremos!
Aquel día Josué selló el pacto con el pueblo, y les dio leyes y mandatos en Siquén.
Escribió las cláusulas en el Libro de la Ley de Dios, cogió una gran piedra, y la
erigió allí, bajo la encina del santuario del Señor, y dijo a todo el pueblo: Mirad
esta piedra, que será testigo contra vosotros, porque ha oído todo lo que el Señor
nos ha dicho.
Será testigo contra vosotros, para que no podáis renegar de vuestro Dios.
Luego despidió al pueblo, cada cual a su heredad.
Algún tiempo después murió Josué hijo de Nun, siervo del Señor, a la edad de
ciento diez años.
Salmo responsorial Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 11.
V/. Tú eres, Señor, mi heredad.
R/. Tú eres, Señor, mi heredad.
V/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi bien». El Señor es el lote de mi heredad y mi cáliz, mi
suerte está en tu mano. R/.
Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye
internamente.
Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. R/.
V/. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de
alegría perpetua a tu derecha. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 19, 13-15
En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las
manos y rezara por ellos, pero los discípulos les regañaban.
Jesús dijo: Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí;de los que son como
ellos es el Reino de los Cielos.
Les impuso las manos y se marchó de allí.