La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Miércoles, 2021-07-14 lo siguiente:
1 Jn 3, 14-18
Salmo Responsorial Sal 111, 1-2. 3-4. 5-7a. 7b-8. 9
Jn 15, 9-17
Lectura del libro del Éxodo 3, 1-6. 9-12
En aquellos días, pastoreaba Moisés el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de
Madián;llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el
monte de Dios.
El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la
zarza ardía sin consumirse.
Moisés se dijo: —Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo es
que no se quema la zarza.
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: —Moisés,
Moisés.
Respondió él: —Aquí estoy.
Dijo Dios: —No te acerques;quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas
es terreno sagrado.
Y añadió: —Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el
Dios de Jacob.
Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios.
Y el Señor le dijo: —El clamor de los israelitas ha llegado a mi y he visto cómo los
tiranizan los egipcios.
Y, ahora, marcha, te envío al Faraón para que saques a mi pueblo, a los israelitas.
Moisés replicó a Dios: — ¿Quién soy yo para acudir al Faraón o para sacar a los
israelitas de Egipto?
Respondió Dios: —Yo estoy contigo;y ésta es la señal de que yo te envío: cuando
saques al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en esta montaña.
Salmo responsorial Sal 102, 1-2. 3-4. 6-7
V/. El Señor es compasivo y misericordioso.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
V/. Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R/.
V/. El perdona todas tus culpas, y cura todas tus enfermedades;él rescata tu vida
de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R/.
V/. El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés y sus hazañas a los hijos de Israel.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 11, 25-27
En aquel tiempo, Jesús exclamó: Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra,
porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado
a la gente sencil1a.
Sí, Padre, así te ha parecido mejor.
Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie
conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.