La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Martes, 2021-07-13 lo siguiente:
Mi 6, 6-8
Salmo Responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 26-30
Hermanos: El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios. Sabemos también que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó;a los que llamó, los justificó;a los que justificó, los glorificó. Palabra de Dios.
versículo antes del evangelio Mt 5, 3
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12a
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos;y él se puso a hablar, enseñándoles: -«Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.» Palabra del Señor.
Lectura del libro del Éxodo 2, 1-15a
En aquellos días, un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma
tribu;ella concibió y dio a luz un niño.
Viendo que era hermoso, lo tuvo escondido tres meses.
No pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó una cesta de mimbre, la
embadurnó de barro y pez, colocó en ella a la criatura y la depositó entre los
juncos, junto a la orilla del Nilo.
Una hermana del niño observaba a distancia para ver en qué paraba.
La hija del Faraón bajó a bañarse en el Nilo, mientras sus criadas la seguían por la
oril1a.
Al descubrir la cesta entre los juncos, mandó a la criada a recoger1a.
La abrió, miró dentro y encontró un niño llorando.
Conmovida comentó: —Es un niño de los hebreos.
Entonces la hermana del niño dijo a la hija del Faraón: — ¿Quieres que vaya a
buscarle una nodriza hebrea que críe al niño?
Respondió la hija del Faraón: —Anda.
La muchacha fue y llamó a la madre del niño.
La hija del Faraón le dijo: —Llévate al niño y críamelo, y yo te pagaré.
La mujer tomó al niño y lo crió.
Cuando creció el muchacho, se lo llevó a la hija del Faraón, que lo adoptó como hijo
y lo llamó Moisés, diciendo: «lo he sacado del agua».
Pasaron los años, Moisés creció, fue adonde estaban sus hermanos, y los encontró
transportando cargas.
Y vio cómo un egipcio mataba a un hebreo, uno de sus hermanos.
Miró a un lado y a otro, y viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en
la arena.
Al día siguiente salió y encontró a dos hebreos riñendo, y dijo al culpable: — ¿Por
qué golpeas a tu compañero?
El le contestó: — ¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro? ¿Es que pretendes
matarme como mataste al egipcio?
Moisés se asustó pensando: la cosa se ha sabido.
Cuando el Faraón se enteró del hecho, buscó a Moisés para darle muerte;pero
Moisés huyó del Faraón y se refugió en el país e Madián.
Salmo responsorial Sal 68, 3. 14. 30-31. 33-34
V/. Humildes, buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón.
R/. Humildes, buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón.
V/. Me estoy hundiendo en un cieno profundo y no puedo hacer pie;he entrado
en la hondura del agua, me arrastra la corriente. R/.
V/. Pero mi oración se dirige hacia ti,
Dios mío, el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad,
que tu fidelidad me ayude. R/.
V/. Yo soy un pobre malherido,
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias.
V/. Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 11, 20-24
En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi
todos sus milagros, porque no se habían convertido: ¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti,
Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras,
hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza.
Os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al Abismo.
Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta
hoy.
Os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti.