La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2021-02-14 lo siguiente:
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 46-49
En aquellos días, Pablo y Bernabé dijeron a los judíos: -«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios;pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: “Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra.”» Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor;y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 116, 1. 2 (R.: Mc 16, 15)
R. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio (O bien: Aleluya).
Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo, todos los pueblos. R.
Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. R.
El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los
cautivos la libertad.
Aleluya y versículo antes del evangelio Lc 4, 18
El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: -«La mies es abundante y los obreros pocos;rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias;y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa.” Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz;si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: “Está cerca de vosotros el reino de Dios.”»
Lectura del libro del Levítico 13, 1-2. 44-46
El Señor dijo a Moisés y a Aarón:
—«Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la
piel, y se le produzca la lepra, será llevado ante Aarón, el sacerdote, o cualquiera de
sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra: es impuro. El sacerdote lo
declarará impuro de lepra en la cabeza.
El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado,
con la barba tapada y gritando: "¡impuro, impuro!"Mientras le dure la afección,
seguirá impuro;vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento.»
Salmo responsorial Sal 31, 1-2. 5. 11 (R/.: cf. 7)
R/. Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.
Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito. R/.
Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito;propuse: «Confesaré al Señor
mi culpa» y tú perdonaste mi culpa y mi pecado R/.
Alegraos, justos, y gozad con el Señor;aclamadlo, los de corazón sincero. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 10, 31-11, 1
Hermanos:
Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria
de Dios.
No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios,
como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio
bien, sino el de la mayoría, para que se salven.
Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.
Aleluya Lc 7, 16
Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 40-45
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
-«Si quieres, pareces limpiarme.»
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo:
—«Quiero: queda limpio.»
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente:
—«No se lo digas a nadie;pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y
ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de
modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo;se quedaba
fuera, en descampado;y aun así acudían a él de todas partes.