La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Viernes, 2018-12-14 lo siguiente:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 1-10a
Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado. Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo;mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido;pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino, como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman.» Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu.
Salmo responsorial Sal 36, 3-4. 5-6. 30-31 (R.: 30a)
R. La boca del justo expone la sabiduría.
Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad;sea el Señor tu
delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. R.
Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará: hará tu justicia como el
amanecer, tu derecho como el mediodía. R.
La boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho;porque lleva en
el corazón la ley de su Dios, y sus pasos no vacilan. R.
Lc 14, 25-33
Lectura del libro de Isaías 48, 17-19
Así dice el Señor, tu redentor, el Santo de Israel:
«Yo, el Señor, tu Dios, te enseño para tu bien, te guía por el camino que sigues.
Si hubieras atendido a mis mandatos, seria tu paz como un río,
tu justicia como las olas del mar;tu progenie sería como arena,
como sus granos, los vástagos de tus entrañas;tu nombre no sería aniquilado
ni destruido ante mí.»
Salmo responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R/.: cf. Jn 8, 12)
R/. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de
los peca ores, ni se sienta en la reunión de los cínicos;sino que su gozo es la ley del
Señor, y medita su ley día y noche. R/.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se
marchitan sus hojas;y cuanto emprende tiene buen fin. R.
No así los impíos, no así;serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege
el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R/.
Aleluya
El Señor llega, salid a su encuentro;él es el Príncipe de la paz.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 16-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
—«¿A quién se parece esta generación?
Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros: "Hemos tocado la
flauta, y no habéis bailado;hemos cantado lamentaciones, y no habéis llorado."
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: "Tiene un demonio."Vino el Hijo
del hombre, que come y bebe, y dicen: "Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo
de publicanos y pecadores."
Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios.»